jueves, 21 de julio de 2016

LA DIFERENCIACIÓN EN TRES MUNDOS, UNA SÍNTESIS CIENTÍFICA DE LA LUCHA DE CLASES A ESCALA MUNDIAL




¿QUIÉNES SON NUESTROS ENEMIGOS Y QUIÉNES NUESTROS AMIGOS?

LA DIFERENCIACIÓN EN TRES MUNDOS





“¿Quiénes son nuestros enemigos y quiénes nuestros amigos? Ésta es una cuestión de importancia primordial para la revolución. Un partido revolucionario es el guía de las masas, y cuando las desencamina, ninguna revolución puede triunfar. A fin de conquistar con seguridad la victoria en la revolución y no desencaminar a las masas, tenemos que cuidar de unirnos con nuestros verdaderos amigos para atacar a nuestros verdaderos enemigos. Y para distinguir a los amigos verdaderos de los verdaderos enemigos, tenemos que hacer un análisis general del status económico de las clases de la sociedad china y de sus respectivas actitudes hacia la revolución”.
Mao Tse Tung. Análisis de las clases de la sociedad china. Marzo de 1920

“¿Quiénes son nuestros enemigos y quiénes nuestros amigos?” ¿Cuál es la respuesta que las ideas dominantes en la izquierda dan a esta “cuestión de importancia primordial para la revolución”? ¿Qué nos dicen acerca de “quiénes son nuestros enemigos y quiénes nuestros amigos”?
Se afirma que “la ofensiva neoliberal” ha agudizado “la división entre el Norte” y el Sur”. Situando como “contradicción fundamental” la disputa entre “los países ricos” y los “países pobres”.
Pero ¿alguien puede decir dónde está el “límite geográfico” entre “el Norte” y “el Sur”? o ¿a partir de qué umbral un país se considera “rico” y otro “pobre”?
Estas ideas dominantes ocultan a los principales explotadores y opresores del planeta, las superpotencias hegemonistas. Su consecuencia es desviar la lucha impidiendo que podamos “unirnos con  nuestros verdaderos amigos para atacar a nuestros verdaderos enemigos”.
            Veamos qué división del mundo, entre amigos y enemigos nos propone el marxismo.
En la década de los 70 del siglo XX, el PCCH formuló la Teoría de los Tres Mundos, un análisis científico de la lucha de clases a nivel mundial. Pese a los cambios acontecidos desde entonces, de los cuales el más relevante es, sin duda, la desaparición de la superpotencia soviética, los fustes en los que se basa la diferenciación en tres mundos siguen siendo válidos para la realidad actual.
La Teoría de los Tres Mundos establecía:
 (Párrafos textuales)
*Las dos superpotencias imperialistas –la Unión Soviética y EE.UU.– , que conforman el primer mundo, han llegado a ser los mayores explotadores, opresores y agresores en el plano internacional y el enemigo común de los pueblos del mundo entero.
*La disputa entre las dos potencias hegemónicas por la dominación del mundo, la amenaza que representan para todos los pueblos y la resistencia que éstos les oponen, han entrado a constituir el problema central de la actual política mundial.
*Los países socialistas, como pilar del proletariado internacional, las naciones oprimidas, que son víctimas de la mayor explotación y opresión y representan la gran mayoría de la población del orbe, conformando unos y otras el tercer mundo, están colocados en las primeras filas de la lucha contra las dos potencias hegemónicas, la Unión Soviética y EE.UU., y constituyen la fuerza principal en la lucha mundial contra el imperialismo y el hegemonismo.
*Los países desarrollados, que median entre el uno y el otro, integran el segundo mundo; al tiempo que oprimen y explotan a las naciones oprimidas, son víctimas del control y el atropello por parte de las dos superpotencias; se hallan en contradicción tanto con el primer mundo como con el tercero, tienen doble carácter y son fuerzas susceptibles de ser ganadas o unidas por el tercer mundo en la lucha antihegemonista.
Esta teoría ha expuesto de modo sintético la situación estratégica de la más importante lucha de clases en el mundo de hoy, situación en que todos los pueblos del mundo forman una partida y las dos potencias hegemónicas -la Unión Soviética y EEUU-, la otra.
Las luchas de clases de orden interno en los diversos países son de hecho inseparables de esta lucha de clases realizada a escala mundial. Por tanto, la diferenciación de los tres mundos constituye la síntesis cabal de las diversas contradicciones fundamentales del mundo actual.
            Esta diferenciación en tres mundos no es un análisis coyuntural, sino una síntesis científica de la situación mundial posterior a la Segunda Guerra Mundial.


2º).- La Teoría de los Tres Mundos parte del análisis concreto de un fenómeno peculiar del desarrollo histórico posterior a la Segunda Guerra Mundial: la aparición de las superpotencias, el HEGEMONISMO.

La implosión de la URSS ha colocado a EEUU en el lugar de la única superpotencia mundial, el enemigo común de todos los pueblos y países del mundo.

            El primer capítulo de la TTM, bajo el título: “Las dos superpotencias, EEUU y la URSS, son los enemigos comunes de todos los pueblos del mundo; la URSS es la más peligrosa fuente de una guerra mundial”, establecía:
La aparición de las dos superpotencias es un nuevo fenómeno en la historia del desarrollo del imperialismo. El desarrollo desigual del imperialismo conduce inevitablemente a una serie de conflictos y guerras, como consecuencia de los cuales se agrava necesariamente el propio desarrollo desigual. Esto ha traído a la existencia las superpotencias imperialistas de hoy, que se hallan por encima de los países imperialistas en general.
Lenin señaló: «El imperialismo es la opresión creciente de las naciones del mundo por un puñado de grandes potencias, es la época de las guerras entre estas grandes potencias por la ampliación y el reforzamiento de la opresión de las naciones».
Hoy, ese puñado de grandes potencias imperialistas se ha reducido a dos superpotencias–la Unión Soviética y EE.UU.-, las únicas que están en condiciones de disputarse la hegemonía mundial, mientras que las demás, sin excepción, han quedado relegadas a la posición de países de segundo o tercer orden.
Cada una de las superpotencias se caracteriza por lo siguiente:
*Cuenta con un régimen estatal controlado por un capital monopolista extraordinariamente concentrado,
*se apoya en una fuerza económica y militar mucho más poderosa que la de otros países para realizar a escala mundial la explotación económica, la opresión política y el control militar,
*busca establecer para sí sola la hegemonía en el mundo entero
*y a este efecto prepara frenéticamente el desencadenamiento de una nueva guerra mundial.
En la historia del desarrollo del imperialismo hubo un pequeño número de potencias que pretendieron la hegemonía mundial. Pero de ninguna manera podrían colocarse en el mismo plano que la Unión Soviética y los Estados Unidos de hoy. La contienda soviético-norteamericana por la hegemonía es un producto peculiar del desarrollo histórico posterior a la Segunda Guerra Mundial.”

Hoy, la implosión de la antigua URSS ha dejado a EEUU ocupando en solitario el rango de superpotencia mundial. En la actualidad:

EL HEGEMONISMO NORTEAMERICANO ES EL ENEMIGO COMÚN DE TODOS LOS PUEBLOS DEL MUNDO.

EEUU es la única superpotencia, el único país que cumple cada una de las condiciones propias del hegemonismo. Colocar como enemigo las políticas neo-liberales oculta al enemigo principal de todos los pueblos y países del mundo.
En palabras del Premio Nobel de Literatura, José Saramago:
“La vieja doctrina Monroe, América para los americanos, sigue vigente. Revisada y adaptada, ha logrado trasladar las fronteras de EEUU hasta Asia, hasta África, hasta allí donde la estrategia de sus intereses, tanto los militares como los comerciales, lo determinasen. Nada de lo que sucede en el mundo será entendido si se ignora esta verdad de todos los días.
EEUU es el enemigo común de todos los países y pueblos del mundo. Nada de lo que sucede en el mundo será entendido si se ignora esta verdad de todos los días.
En lo económico, y a pesar de su agudo declive,
EEUU es el primer país por volumen de PIB del mundo, con 16,8 billones de dólares, muy por delante del segundo (China, con 9,2 billones), y por encima de la suma de las otras cinco potencias imperialistas (Japón, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia).
Las diez compañías con mayor capitalización bursátil del mundo son norteamericanas, así como 54 de los 100 monopolios más grandes del mundo.
El capital norteamericano controla el 34% de todos los activos financieros invertidos en el exterior, una cifra superior a la suma de todos los países de la UE.
EEUU es el mayor productor mundial de petróleo y gas, y mantiene una posición dominante en las principales industrias mundiales: alta tecnología militar, energía, telecomunicaciones, telefonía móvil, nanotecnología, biotecnología...
La base material de este dominio económico es el altísimo grado de concentración del gran capital norteamericano. El 0,2% de las empresas controlan el 82% de todo el capital. En las últimas dos décadas, los veinte mayores bancos norteamericanos se han concentrado en solo cuatro (PMorgan Chase, Bank of America, Wells Fargo and CitiGroup) que, directa o indirectamente, controlan el 77% de todos los depósitos bancarios.
EEUU disfruta del monopolio de emisión del dólar, moneda de referencia mundial y pilar de la hegemonía norteamericana. El 60,7% de la tenencia de reservas mundiales está en dólares.
Además, EEUU sigue disponiendo de toda una serie de herramientas como el FMI, las agencias de calificación o un sistema monetario internacional con el dólar como núcleo, que le permiten descargar los peores efectos de la crisis que ellos mismos provocaron en los países más dependientes y controlados y apropiarse de una parte de la plusvalía y la riqueza mundial muy superior a la que le correspondería de acuerdo con su actual peso económico en el mundo.

En lo político, EEUU mantiene un sistema de alianzas global que le permite intervenir en las principales regiones del planeta como un actor “interno”. En el continente clave, Eurasia, de donde puede surgir un rival capaz de cuestionar su hegemonía, EEUU domina el extremo occidental (Europa) y está firmemente asentado en el extremo más oriental con alianzas políticas que engloban a muchos de los principales países de Asia-Pacífico y presencia militar directa en Japón, Corea del Sur y Guam. A través de sus mecanismos de intervención política, EEUU desestabiliza países (Venezuela, Brasil, Argentina,...), derriba y acosa regímenes hostiles a su hegemonía (Libia, Siria, Corea del Norte, Birmania,...), promueve golpes de Estado (Egipto, Paraguay, Honduras,...), espía a sus aliados (Alemania, Francia, Japón,...), organiza sabotajes y comete actos terroristas de “falsa bandera” (Francia, Irán,...), derroca gobiernos legítimamente elegidos (Ucrania, Georgia,...) y controla férreamente a las élites dependientes que le aseguran el control de los países dominados.

En lo militar, EEUU dedica cada año más dinero a gastos militares que la suma de los 15 países que le siguen en el ranking. Su sistema de alianzas militares, desde la OTAN hasta los tratados de seguridad con infinidad de países se extienden por el globo. Como afirma el propio Pentágono, en la actualidad EEUU tiene desplegadas una cantidad de fuerzas militares fuera de sus fronteras como nunca antes en su historia. Cuenta con más de 1.000 bases repartidas por todo el mundo donde actúan más de 250.000 militares norteamericanos. En 63 países tiene instaladas bases, en otros 93 cuenta con presencia militar directa y sólo 45 países de los más de 200 reconocidos por la ONU están libres de la presencia militar yanqui. La distancia en alta tecnología militar con sus rivales es sideral. 
           
3º.- LOS PAISES Y LOS PUEBLOS DEL TERCER MUNDO constituyen la fuerza principal en la lucha CONTRA EL IMPERIALISMO, EL COLONIALISMO Y EL HEGEMONISMO
           
El segundo capítulo de la TTM establece cuál es la fuerza principal: El Tercer Mundo. Y afirma:

“¿En qué se fundamenta esta aseveración? Desde el término de la Segunda Guerra Mundial, los pueblos revolucionarios de Asia, África, América Latina, y otras regiones se han colocado en primera fila de la lucha antimperialista y anticolonialista, han realizado de manera incesante luchas armadas revolucionarias y han conquistado una serie de grandes victorias que han cambiado la fisonomía del mundo de la posguerra, lo cual ha servido de inmenso estímulo y apoyo para el proletariado internacional y los pueblos de todos los países en su lucha revolucionaria antimperialista.
El triunfo de la revolución china en 1949; el triunfo de la guerra coreana de resistencia a la agresión norteamericana y de defensa de la patria registrado en l953; la celebración de la conferencia Afro-asiático de Bandung en 1955; el triunfo del pueblo egipcio en la guerra del canal de Suez en 1956; la serie de victorias de los movimientos nacionales y democráticos de América Latina desde la guerra revolucionaria de Cuba que culminó en 1959 hasta la lucha por la democracia en Chile en los primeros años de la década de los 70; el triunfo de la guerra de liberación nacional de Argelia en 1962; las heroicas luchas que sacudieron al mundo, llevadas a cabo en los años 60 por los pueblos de muchos países de Asia y África para conquistar o salvaguardar la independencia; la restauración del legítimo puesto de China en las Naciones Unidas en 1971; la victoria de los pueblos de Viet Nam, Kampuchea y Lao en sus guerras contra la agresión norteamericana y por la salvación nacional en 1975; el triunfo de las guerras independentistas de Guinea-Bissau y de Mozambique y el continuo desarrollo de la de otros países en la década del 70; los duros golpes asestados por Egipto, Sudán y otros países a las maquinaciones soviéticas de control y subversión; la victoria lograda por el pueblo zairense en 1977 en su guerra contra la invasión de mercenarios a sueldo de los soviéticos; la perseverancia de los países árabes y del pueblo palestino en sus guerras y luchas contra la agresión durante los últimos veintitantos años; y el continuo crecimiento de la resistencia de los pueblos africanos contra el racismo blanco, la persistente profundización del movimiento nacional y democrático de los pueblos del sudeste asiático y la consecución de la independencia por parte de más de 80 países de Asia, América Latina y otras regiones en los últimos treinta y tantos años: las victorias de todas estas muchas luchas han constituido una poderosa fuerza motriz de los cambios revolucionarios del mundo en la post guerra. El sistema colonialista ha quedado desintegrado. El imperialismo norteamericano, que fue el primero en aparecer como superpotencia, ha sufrido reveses de significado histórico. Y el socialimperialismo soviético, la otra superpotencia surgida después está siguiendo el camino que condujo a EEUU al descalabro”.

El Tercer Mundo es la fuerza principal en la lucha contra el hegemonismo. Y no lo es dependiendo de su régimen político, o por la orientación más “a la izquierda” o “más conservadora” de sus gobiernos. Sino por su situación objetiva en el balance de la lucha de clases mundial entre el hegemonismo y los pueblos y países del mundo.
En palabras de Lenin:
“El carácter revolucionario del movimiento nacional, en las condiciones de la opresión imperialista, no presupone forzosamente, ni mucho menos, la existencia de elementos proletarios en el movimiento, la existencia de un programa revolucionario o republicano del movimiento, la existencia en éste de una base democrática. La lucha del emir de Afganistán por la independencia de su país es una lucha objetivamente revolucionaria, a pesar de las ideas monárquicas del emir y de sus partidarios, porque esa lucha debilita al imperialismo, lo descompone, lo socava. En cambio, la lucha de demócratas y "socialistas", de "revolucionarios" y republicanos tan "radicales" como Kerenski durante la guerra imperialista era una lucha reaccionaria, porque el resultado que se obtuvo con ello fue pintar de color de rosa, fortalecer y dar la victoria al imperialismo”.

Tres son los rasgos objetivos que convierten al Tercer Mundo en la fuerza principal en la lucha contra el hegemonismo, el imperialismo y el colonialismo:
1.- La abrumadora mayoría de la población mundial, más del 70%, viven en países del Tercer Mundo que se han sacudido o se están sacudiendo las cadenas colonialistas. Lo que representa un cambio histórico de importancia fundamental en la correlación de las fuerzas de clases en el mundo.
La oleada descolonizadora tras la IIª Guerra Mundial creo una situación sin paralelo en la historia de la humanidad. A pesar de las nuevas relaciones de dependencia impuestas por el hegemonismo, por primera vez en la historia las naciones y pueblos oprimidos disponen de Estados propios, conquistados en una cruenta lucha contra los antiguos imperios coloniales.
2.- Los países y pueblos del Tercer Mundo son los que han sufrido la más profunda opresión y ofrecido la más violenta resistencia.
El imperialismo no puede desarrollarse ni subsistir sin saquear las colonias, las semicolonias y otras naciones y países oprimidos. La lucha liberadora de los pueblos de las colonias ha conmovido la base de la cual depende la subsistencia del imperialismo, y terminará destruyéndola.
3.- La actuación de los pueblos y naciones del Tercer Mundo en las últimas décadas, y su tendencia general, nos dicen que la esencia y el aspecto principal son revolucionarios y progresistas, e incuestionable su papel de fuerza principal en la lucha mundial contra el imperialismo y el hegemonismo.
Al valorar la actual situación mundial, Z. Brzezinski, asesor de Obama en política internacional, reconoce abiertamente que “el incremento del activismo popular en todo el mundo demuestra ser hostil al dominio externo y similar al que prevaleció en la era del colonialismo y el imperialismo. La resistencia popular persistente y altamente motivada de pueblos políticamente despiertos y resentidos  históricamente al control externo, ha demostrado ser cada vez más difícil de suprimir”.
Lo que Brzezinski reconoce es que la lucha de los pueblos en defensa de su soberanía y por la conquista de la independencia nacional es una tendencia imparable en el mundo de hoy, y que el hegemonismo yanqui, en su ocaso imperial, ya no es capaz de detener.

4º).- EL SEGUNDO MUNDO ES UNA FUERZA UNIBLE EN LA LUCHA ANTIHEGEMONISTA.

·         Los países capitalistas desarrollados que median entre las superpotencias y el tercer mundo, integran el segundo mundo. Tienen doble carácter. Al tiempo que oprimen y explotan a las naciones oprimidas, son víctimas del control y el atropello por parte de las superpotencias. Y son, por tanto fuerzas susceptibles de ser ganadas o unidas por el tercer mundo en la lucha antihegemonista.

Una vez establecido quién es el enemigo común de todos los pueblos y países del mundo, asentado que es la superpotencia norteamericana la potencia hegemónica, el resto de países imperialistas han pasado a un papel de segundo orden.
Sin duda alguna, afirmar que el segundo mundo es una fuerza unible en la lucha contra el hegemonismo, no quiere decir que se puedan pasar por alto las contradicciones entre los países del segundo mundo y los del tercero, así como las contradicciones de clase en el seno de aquellos. En absoluto se puede suprimir la lucha de los países y pueblos oprimidos contra la opresión y la explotación.
Respecto a la clase obrera en los países del segundo mundo la TTM establece:
“El proletariado de los países del segundo mundo, al tiempo que se une con las más amplias masas populares para desplegar una seria lucha contra la opresión y explotación de la burguesía monopolista nacional, en defensa de los derechos democráticos y por el mejoramiento de las condiciones de vida, ha de enarbolar la bandera de la independencia nacional, colocarse en la primera fila de la lucha contra la amenaza de agresión de las superpotencias, uniéndose en determinadas condiciones con todos los que rehúsen ser manejados y esclavizados por esas superpotencias. Esta manera de proceder contribuirá además, al desarrollo de la situación revolucionaria en dichos países”.

5º).- Formar un Frente Único internacional lo más amplio posible contra el hegemonismo.

Sólo se puede vencer al enemigo más poderoso poniendo en tensión todas las fuerzas y aprovechando obligatoriamente con el mayor celo, minuciosidad, prudencia y habilidad la menor fisura entre los enemigos, toda contradicción de intereses entre la burguesía de los distintos países, entre los diferentes grupos o categorías de la burguesía en el interior de cada país; hay que aprovechar asimismo las menores posibilidades de lograr un aliado de masas, aunque sea temporal, vacilante, inestable, poco seguro, condicional. El que no comprende esto, no comprende ni una palabra de marxismo ni de socialismo científico, contemporáneo, en general”.
V.I.Lenin

Las posiciones dominantes en buena parte de la izquierda se enfrentan a las tesis fundamentales establecidas en la Teoría de los Tres Mundos en varios puntos:

1º.- Ocultar a EEUU, el enemigo principal de todos los países y pueblos del mundo, bajo “la ofensiva del neoliberalismo globalizador”. Y ocultar la intervención hegemonista detrás de la “dictadura de los mercados”.

2º.- Borrar en nuestro país al hegemonismo norteamericano del blanco, dirigiendo toda la atención hacia las “castas internas”. No solo eliminando la necesidad de la lucha por conquistar la independencia nacional sino conduciendo -como así defiende la dirección de Podemos- a acatar como “ineludibles” los principales pilares del dominio hegemonista e imperialista como la OTAN o el euro.

3º.- Cuando hablan de imperialismo, incluir en el mismo saco a la superpotencia norteamericana y al resto de países imperialistas del Segundo Mundo, ampliando el blanco. Llegando incluso a afirmar que España, en lugar de ser un país dominado y dependiente, forma parte de los países imperialistas en general.

4º.- Infravalorar la fuerza de los pueblos y sobrevalorar la del hegemonismo y el imperialismo. Pablo Iglesias afirma que “asistimos desde finales de los 90 al avance de una ofensiva neoliberal que ha supuesto un retroceso histórico”. Añadiendo que “el final del bloque soviético y la victoria norteamericana creó un terreno en el que los que aspiramos a una sociedad emancipatoria fuera de la lógica del beneficio tenemos todas las de perder”. Y declarando que “los países del Sur de Europa no somos autosuficientes para plantear una reversión de la situación colonial que atravesamos”.

5º.- Frente a la formación de un Frente Antihegemonista lo que propone el pensamiento dominante en la izquierda es “una alianza contra las políticas de austeridad”, eliminando la necesidad de unir a muchos países, clases, gobiernos, fuerzas políticas, que no se corresponden con un “programa de izquierdas” pero sí se enfrentan objetivamente al domino hegemonista.

La Teoría de los Tres Mundos nos proporciona una enseñanza fundamental:

“La experiencia de la revolución del proletariado y de las naciones oprimidas ha probado reiteradas veces que solo aplicando correctamente esta política se puede poner en acción un gigantesco ejército revolucionario de millones y millones de hombres, de tal modo que se concentren las fuerzas para golpear al enemigo principal y conseguir la victoria de la revolución. Actuar en contra de esta política significaría empujar a las fuerzas ganables hacia el bando enemigo, engrosando así las filas de éste y aislándonos a nosotros mismos, lo que conduciría la revolución al fracaso”.

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