TESIS Nº 2:
John Lewis: El hombre hace la historia trascendiendo la historia.
Laclau : Los hombres construyen socialmente su mundo mediante su actividad práctica, elaborada bajo la forma de un discurso.
ML: El motor de la historia es la lucha de clases
La tesis fundamental del marxismo, que encabeza El Manifiesto Comunista, y a la que se someten el resto de tesis, es que “el motor de la historia es la lucha de clases”.
Es la viga maestra del materialismo histórico, la ciencia del marxismo, pero también del materialismo dialéctico, la filosofía del proletariado.
Partamos de cómo lo desarrolla Louis Althusser, para luego comprenderlo y enfrentarlo a las concepciones de John Lewis, o sobre todo al “posmarxismo” de Ernesto Laclau:
“Aquí las cosas se vuelven extraordinariamente interesantes.
Porque el M.L. desmonta el sistema filosófico de John Lewis. ¿Cómo?
John Lewis decía: “El hombre hace la historia”.
El M.L. acaba de responder: “Las masas”.
Pero si nos quedamos allí, se tiene la impresión de que el M.L. da una respuesta muy distinta pero a una misma pregunta. Esa misma pregunta es, ¿quién hace la historia? Esta pregunta presupone que la historia es el resultado de la acción (hacer) de un sujeto (¿quién?). Para John Lewis, tal sujeto es “el hombre”.
Para el M.L., este sujeto son las masas. Sí y no. (…)
Precisamente la Tesis del Manifiesto (la lucha de clases es el motor de la historia) desplaza la pregunta, y nos coloca frente al problema y al principio de su posición justa, vale decir de su solución. (…) el M.L. responde haciendo desaparecer las categorías filosóficas idealistas de John Lewis. Para imponer otras.
No se trata más de “el hombre”. Lo sabemos. Pero en “la lucha de clases es el motor de la historia”, no se trata más de “hacer” la historia. No se trata más de “hacer”, vale decir, no se trata más del problema del sujeto de la historia: ¿quién hace la historia?
El M.L. nos dice algo completamente distinto: la lucha de clases (concepto nuevo) es el motor (concepto nuevo) de la historia —mueve, hace avanzar, “menearse” a la historia, y realiza las revoluciones. Esta tesis tiene una importancia muy grande, puesto que coloca en el primer rango a la lucha de clases.
En la Tesis precedente, “las masas hacen la historia” se pone el acento: 1) sobre las clases explotadas reunidas alrededor de la clase... y 2) sobre su potencia de transformación revolucionaria de las relaciones sociales. Por lo tanto, las masas estaban en el primer rango.
En la Tesis del Manifiesto lo que adviene al primer rango no son ya sólo las clases explotadas, etc., sino la lucha de clases.
Tomemos un ejemplo sencillo, y supongamos que sólo existen dos clases en presencia.
Para el reformista, las clases existen antes de la lucha de clases, un poco como dos equipos de rugby existen, cada uno por su lado, antes del encuentro.
Cada clase existe en su propio campo, vive en sus propias condiciones de existencia; una clase puede incluso explotar a la otra, pero eso no es todavía la lucha de clases. Un día, las dos clases se encuentran y se enfrentan, y sólo entonces comienza la lucha de clases.
Ambas se van a las manos, el combate se torna agudo y finalmente la clase explotada se impone a la otra (es la revolución) o sucumbe en la lucha (es la contrarrevolución).
Que se dé vuelta a la cuestión tanto como se quiera, pero siempre se encontrará la misma idea. Las clases existen antes de la lucha de clases, independientemente de la lucha de clases y la lucha de clases existe sólo después.
Por el contrario, para los revolucionarios no es posible separar las clases de la lucha de clases. La lucha de clases y la existencia de clases son una sola y misma cosa. Para que en una “sociedad” haya clases es necesario que la sociedad esté dividida en clases; tal división no se hace a posteriori, pues lo que constituye la división en clases es la explotación de una clase por la otra, o sea la lucha de clases. Porque la explotación es ya lucha de clase. Para comprender entonces la división en clases, la existencia y la naturaleza de las clases, es necesario partir de la lucha de clases. Por lo tanto es preciso colocar la lucha de clases en el primer rango.
Pero, entonces, es preciso someter la Tesis 1 (las masas hacen la historia) a la Tesis 2 (la lucha de clases es el motor de la historia). Esto quiere decir que la potencia revolucionaria de las masas sólo es potencia en función de la lucha de clases. No basta entonces considerar lo que sucede del lado de las clases explotadas, sino que es preciso al mismo tiempo considerar lo que ocurre del lado de las clases explotadoras.
Mejor dicho, es necesario superar la imagen del campo de rugby, vale decir de dos grupos de clases que se van a las manos, para considerar lo que hacen las clases y las clases antagónicas, a saber, la lucha de clases. Primacía absoluta de la lucha de clases (Marx, Lenin). No olvidar jamás la lucha de clases (Mao).
- No es casual que la tesis más atacada del marxismo sea que el motor de la historia es la lucha de clases.
En el “posmarxismo” es explícito, cuando Laclau afirma que “ la noción fundamental de que el antagonismo crucial en la sociedad es la lucha de clase ha sido sobrepasado por una multiplicidad de antagonismos, plasmados en los diferentes movimientos de emancipación de los excluidos”.
- ¿Qué van antes, las clases o la lucha de clases?
Parece “rizar el rizo”, una pregunta sin sentido práctico. En realidad es la línea de demarcación fundamental entre el marxismo y la filosofía burguesa.
Las concepciones burguesas -sea bajo la forma del neoliberalismo más derechista o del revisionismo más a la izquierda- siempre colocan las clases antes y por encima de la lucha de clases.
¿Por qué para la burguesía hay conflictos entre obreros y empresarios? Porque existen, previamente y por separado, como los dos equipos de rugby que Althusser utiliza como imagen, y es luego, en su práctica, cuando entran en conflicto por diferentes motivos (salarios, condiciones de trabajo, decisiones políticas...).
La concepción del marxismo es antagónica a la burguesa. Hasta el punto de que es la lucha de clases la que genera las condiciones de existencia de las clases.
- La lucha de clases es la forma histórica de la contradicción en el modo de producción que divide a las clases en clases.
En El Manifiesto Comunista, Marx y Engels afirman que “Toda la historia de las sociedades humanas hasta nuestros días es una historia de lucha de clases.
Y como dice el propio Marx: “No es a mí a quien cabe el mérito de haber descubierto la existencia de las clases en la sociedad moderna, y tampoco la lucha de clases a que ellas se lanzan. Los historiadores burgueses han expuesto mucho antes que yo la evolución histórica de esta lucha de clases, y los economistas burgueses han descrito su anatomía económica.” La ruptura de Marx se materializa en afirmar que “el motor de la historia es la lucha de clases”, y colocar esto en el primer rango.
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