El Marxismo, una filosofía para transformar el mundo
“Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modo el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo” (C. Marx. Tesis sobre Feuerbach)
“La única finalidad del proletariado en su conocimiento del mundo es transformarlo”
(Mao Tse Tung. ¿De dónde provienen las ideas correctas?)
El pensamiento dominante afirma que la filosofía es una mera especulación, desligada de la práctica y de la realidad, y sin ninguna incidencia en nuestras vidas. Podemos por tanto prescindir de la filosofía.
Sin embargo, la concepción que Marx y Mao plantean en las dos citas anteriores, está en abierta oposición a dicha afirmación. Nos llaman a empuñar la filosofía como un arma para transformar el mundo.
¿Quién tiene razón? ¿Qué intereses defienden una u otra posición?
No existen los filósofos en su torre de marfil, entregados a la “teoría pura” y desinteresados de la realidad política de su tiempo.
Platón construyó toda una filosofía que defendía conscientemente los intereses de la aristocracia esclavista dominante en la Grecia clásica. Concentrado en una de sus máximas: “mientras la rueca no se mueva sola, serán necesarios los esclavos”.
San Agustín o Santo Tomás levantaron una filosofía que, bajo las formas religiosas, defendía los intereses de la nobleza feudal.
La Ilustración francesa o Kant dan la batalla que, en el terreno filosófico, forma parte de las revoluciones burguesas.
Y el materialismo dialéctico abierto por Marx defiende los intereses del proletariado por conquistar una sociedad sin explotación ni opresión.
Nunca ha existido, ni puede existir, una filosofía “despreocupada de la realidad”, sin consecuencias prácticas, sin defender el interés de una u otra clase. No es una opinión. Es un hecho corroborado por toda la historia de la filosofía. Porque la filosofía, lejos de ser ese plácido remanso de “ideas puras” que nos dice el pensamiento dominante, es un territorio de lucha, de conflicto. Al adoptar una posición y un punto de vista en el terreno filosófico, por muy teórico que parezca, se está tomando una posición política con decisivas consecuencias prácticas. Se está dando una batalla que decide los futuros acontecimientos.
Marx y Engels combatieron sin cuartel las filosofías de su época para fundar la Filosofía del Materialismo Dialéctico. Lenin se recluyó durante meses en la biblioteca de Zurich para escribir “Materialismo y Empirocriticismo” dos voluminosos tomos sobre filosofía donde se combatían las concepciones que sustentaban el reformismo y llamaban a “revisar” el marxismo. Sin este combate filosófico de Lenin y los bolcheviques no hubiera sido posible la Revolución de Octubre. El Partido Comunista de China, en plena invasión japonesa celebraba en la retaguardia, en la base roja de Yenan, escuelas sobre filosofía marxista. Esta es la importancia vital que los principales dirigentes revolucionarios han dado al combate filosófico.
La filosofía marxista, el materialismo dialéctico, es una extraordinaria herramienta sin la cual no es posible cambiar el mundo de base. Tal y como plantea Mao: “una vez dominadas por las masas, las ideas correctas características de la clase avanzada se convertirán en una fuerza material para transformar la sociedad y el mundo”.
Este es el objetivo de esta Escuela de Marxismo sobre filosofía. Poner la filosofía al servicio de todos los que luchamos por transformar el mundo. Combatiendo a quienes pretenden utilizarla para salvaguardar el orden de explotación actual. Esta es la batalla, decisiva para nuestras vidas, que se da en el terreno de la filosofía.
Estudiaremos qué es la Filosofía, cuál es su carácter práctico y por qué es, en última instancia, lucha de clases en la teoría.
Y vamos también a comprender los fundamentos de la filosofía marxista, del materialismo dialéctico, y por qué es una formidable herramienta, en manos de las clases explotadas y oprimidas, para transformar el mundo de acuerdo a sus intereses.
La Escuela Zonal de Marxismo nº 7 se celebrará los días 4 y 5 de noviembre
Viernes 4 de noviembre: 19:30 a 21:30
Sábado 5 de noviembre: 17:00 a 21:30
“La única finalidad del proletariado en su conocimiento del mundo es transformarlo”
(Mao Tse Tung. ¿De dónde provienen las ideas correctas?)
El pensamiento dominante afirma que la filosofía es una mera especulación, desligada de la práctica y de la realidad, y sin ninguna incidencia en nuestras vidas. Podemos por tanto prescindir de la filosofía.
Sin embargo, la concepción que Marx y Mao plantean en las dos citas anteriores, está en abierta oposición a dicha afirmación. Nos llaman a empuñar la filosofía como un arma para transformar el mundo.
¿Quién tiene razón? ¿Qué intereses defienden una u otra posición?
No existen los filósofos en su torre de marfil, entregados a la “teoría pura” y desinteresados de la realidad política de su tiempo.
Platón construyó toda una filosofía que defendía conscientemente los intereses de la aristocracia esclavista dominante en la Grecia clásica. Concentrado en una de sus máximas: “mientras la rueca no se mueva sola, serán necesarios los esclavos”.
San Agustín o Santo Tomás levantaron una filosofía que, bajo las formas religiosas, defendía los intereses de la nobleza feudal.
La Ilustración francesa o Kant dan la batalla que, en el terreno filosófico, forma parte de las revoluciones burguesas.
Y el materialismo dialéctico abierto por Marx defiende los intereses del proletariado por conquistar una sociedad sin explotación ni opresión.
Nunca ha existido, ni puede existir, una filosofía “despreocupada de la realidad”, sin consecuencias prácticas, sin defender el interés de una u otra clase. No es una opinión. Es un hecho corroborado por toda la historia de la filosofía. Porque la filosofía, lejos de ser ese plácido remanso de “ideas puras” que nos dice el pensamiento dominante, es un territorio de lucha, de conflicto. Al adoptar una posición y un punto de vista en el terreno filosófico, por muy teórico que parezca, se está tomando una posición política con decisivas consecuencias prácticas. Se está dando una batalla que decide los futuros acontecimientos.
Marx y Engels combatieron sin cuartel las filosofías de su época para fundar la Filosofía del Materialismo Dialéctico. Lenin se recluyó durante meses en la biblioteca de Zurich para escribir “Materialismo y Empirocriticismo” dos voluminosos tomos sobre filosofía donde se combatían las concepciones que sustentaban el reformismo y llamaban a “revisar” el marxismo. Sin este combate filosófico de Lenin y los bolcheviques no hubiera sido posible la Revolución de Octubre. El Partido Comunista de China, en plena invasión japonesa celebraba en la retaguardia, en la base roja de Yenan, escuelas sobre filosofía marxista. Esta es la importancia vital que los principales dirigentes revolucionarios han dado al combate filosófico.
La filosofía marxista, el materialismo dialéctico, es una extraordinaria herramienta sin la cual no es posible cambiar el mundo de base. Tal y como plantea Mao: “una vez dominadas por las masas, las ideas correctas características de la clase avanzada se convertirán en una fuerza material para transformar la sociedad y el mundo”.
Este es el objetivo de esta Escuela de Marxismo sobre filosofía. Poner la filosofía al servicio de todos los que luchamos por transformar el mundo. Combatiendo a quienes pretenden utilizarla para salvaguardar el orden de explotación actual. Esta es la batalla, decisiva para nuestras vidas, que se da en el terreno de la filosofía.
Estudiaremos qué es la Filosofía, cuál es su carácter práctico y por qué es, en última instancia, lucha de clases en la teoría.
Y vamos también a comprender los fundamentos de la filosofía marxista, del materialismo dialéctico, y por qué es una formidable herramienta, en manos de las clases explotadas y oprimidas, para transformar el mundo de acuerdo a sus intereses.
La Escuela Zonal de Marxismo nº 7 se celebrará los días 4 y 5 de noviembre
Viernes 4 de noviembre: 19:30 a 21:30
Sábado 5 de noviembre: 17:00 a 21:30
Más información 609615971
Dirección:
Ateneo Barcelona XXI
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c/Minería 28, Bajos
Estación ferrocarril Magoria-La Campana
Barcelona
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