lunes, 29 de septiembre de 2014
Emilio Botín lo tenía ya diseñado y había sondeado al FROB.
EL BANCO SANTANDER SE HA PROPUESTO QUEDARSE CON BANKIA
Su plan: no lanzar una OPA, comprar menos del 10%, y controlar el consejo aliándose con los fondos extranjeros
El Banco Santander va a por Bankia.
Después de mantenerse al margen de todo el proceso de consolidación bancaria en España, Emilio Botín venía diseñando en los últimos meses el desembarco en la entidad nacionalizada.
Ahora, su hija sopesa también la operación, que además sería el gran movimiento que le consolide en la presidencia de la entidad.
El Banco Santander tiene, efectivamente, encima de la mesa esta operación.
Por eso, hasta ahora, se había abstenido en las pujas de las antiguas cajas de ahorros en crisis: el objetivo era reservarse para ese gran movimiento con Bankia. Emilio Botín venía ultimando la operación estos meses atrás, antes de su fallecimiento, aseguran las fuentes consultadas.
Había iniciado ya los primeros contactos con el FROB. Su repentina desaparición no ha desactivado el interés del Santander por la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri. No comprará una participación de control
Las fuentes a las que ha tenido acceso revelan que el plan que diseña el Banco Santander no pasa por tomar una participación de control. Esa operación le obligaría a lanzar una opa si supera la compra del 30%, y además supondría un desembolso estimado en 18.000 millones de euros. El FROB vendió en febrero un 7,5% del capital de Bankia, con lo que la participación del Estado en la entidad queda reducida al 60,89%.
La demanda de compras procedió en su práctica totalidad de inversores institucionales internacionales. Un consejo similar al del Santander
El Santander busca, precisamente, que se incorporen más fondos de inversión al capital de Bankia en las siguientes colocaciones que va a llevar a cabo el FROB (la próxima está prevista para finales de octubre), para así replicar un accionariado similar al que ahora tiene el banco con sede en Boadilla: el 52,02% del capital se encuentra en manos de inversores institucionales, el 46,4% lo poseen minoristas, y el 1,54% restante, la familia Botín y otros consejeros.
La operación le permitiría controlar Bankia comprando una participación inferior al 10% (ahora la familia Botín dirige el Santander con menos del 2% de las acciones), porque los fondos de inversión no están, en principio, interesados en tomar el mando: no conocen el negocio bancario y solo buscan sacar rentabilidad. ‘Calentando’ la colocación de Bankia
Las fuentes bancarias consultadas destacan también que el Banco Santander está contribuyendo estas semanas a ‘calentar’ la próxima colocación de Bankia. En su último informe, de la semana pasada, los analistas del banco recomiendan comprar acciones de Bankiay le otorgan un precio objetivo de 1,79, un 17% por encima de su cierre del pasado viernes. Esta valoración es de las más elevadas entre las 26 firmas de inversión que siguen a la entidad en Bolsa: un 40% de los expertos aconsejan vender los títulos del banco, frente al 28% que recomiendan la compra, debido a su precio ajustado. Bankia, según el Santander, va por buen camino para cumplir con su objetivo de 2015 e incluso superarlo, debido a los esfuerzos que está realizando en la reducción de costes. Considera además que el banco podría dar alegrías con sus resultados del cuarto trimestre,y no descarta que aumente sus propósitos para los próximos años, lo que será aplaudido en los mercados. Consolidarse en el primer puesto del ranking
El Santander se ha consolidado en las últimas décadas como la mayor entidad española en el extranjero, hasta situarse como sexto banco a nivel mundial. Pero, al mismo tiempo, sus principales competidores le hancomenzado a pisar los talones en España. Cuenta con 467.847 millones en activos en el país, mientras que BBVA se ha quedado a apenas 9.000 millones tras la adquisición de Catalunya Caixa (459.770 millones).
CaixaBank se halla todavía lejos de los dos grandes bancos (339.946 millones de euros), pero tras la compra de la filial española de Barclays, a principios de este mes, ha superado al Santander en el ranking de depósitos de clientes en el país. Presencia en las tres economías más ricas Según las fuentes consultadas, otro de los puntos fuertes que el Santander está considerando para la compra de Bankia es su potencial en las tres economías más ricas de España: Madrid, Cataluña y Comunidad Valenciana. Las regiones con mayor nivel de riqueza son las que contienen a las dos grandes ciudades: Madrid y Barcelona. De hecho, Cataluña presente un PIB equivalente al de un país muy avanzado, como sería el caso de Suiza. También cabe destacar las siguientes regiones en el ranking: la Comunidad Valenciana, Andalucía País Vasco y Galicia, cuyo PIB ofrece también las proporciones de ciertos países de referencia Desventaja frente a BBVA y CaixaBank en Cataluña El dominio de CaixaBank (40%) y el avance de BBVA (29%) en las cuotas de mercado en Cataluña han dejado al Santander en una situación de desventaja en una de las economías más ricas de España, donde apenas llega al 10%. Bankia le ayudaría a posicionarse algo en esta región porque pasaría a controlar casi 150 sucursales más allí. El consejero delegado del Banco Santander, Javier Marín, ya reconoció durante la última presentación de resultados de la entidad, a finales de julio, que “tenemos más interés de crecer en Cataluña que en otras geografías”. Gesto con el FROB por no participar en las fusiones Las fuentes a las que ha tenido acceso este confidencial destacan también que otra de las razones que llevan a la cúpula del Santander a impulsar esta operación son las presiones que el Gobierno ha ejercido en los dos últimos años, después de que la entidad se haya quedado al margen de todos los procesos de concentración bancaria. Este movimiento ahora con Bankia, aseguran, busca también en último término hacer un gesto con el Ejecutivo y el FROB. El Santander no ha participado en la profunda reestructuración que ha sufrido el sector financiero español. Se ha limitado estos años a fusionar internamente sus marcas en la geografía española, al absorber Banesto y Banif
¿Qué consecuencias tiene para España el resultado del referéndum escocés?
El pueblo escocés dice NO a la fragmentación
El pueblo escocés ha votado a favor de la unidad porque sabe que la división solo beneficia a quienes pretenden dominarlo y explotarlo todavía más. Y que la respuesta a los recortes solo puede venir de la unidad entre los obreros de Londres y los de Glasgow
Quienes pretendían una “apropiación indebida” del triunfo del SI a la independencia en Escocia para hacer avanzar sus proyectos insolidarios y disgregadores, se han llevado una sonora bofetada del pueblo escocés. Sabedores de que estaba en juego su futuro, los escoceses han acudido en masa a las urnas. En una proporción desconocida en cualquier votación democrática. Y lo han hecho para decir NO a la fragmentación. Porque saben que, aunque no comulguen con las políticas de recortes que vienen de Londres, la única manera de revertir el saqueo es fortalecer la unidad con el pueblo inglés o galés, interesado como ellos en conquistar una salida a la crisis en beneficio de la mayoría, y no para el lucro de unas minorías poderosas, residentes en lujosas mansiones en Londres o en no menos exóticos castillos escoceses.
"Ha sido la movilización social lo que ha inclinado la balanza a favor del NO. Expresada en un grado de participación desconocido"
La apuesta de Londres
El triunfo del NO a la independencia en el referéndum escocés, por un margen relativamente holgado de 11 puntos y casi 400.000 votos, refuerza la apuesta de la burguesía británica. La convocatoria de un referéndum donde Escocia pudiera decidir si quebrara la unidad del Reino Unido no era un signo de debilidad del Estado británico sino de fortaleza.
El avance del proyecto de degradación, intervención y saqueo agudiza todas las contradicciones sociales y políticas. Y ese movimiento también se expresan en el avance de los proyectos disgregadores.
La burguesía británica optó por “coger el toro por los cuernos”, zanjando a través de un referéndum el “problema escocés”. Antes de que la correlación de fuerzas política -que ya había colocado a un partido independentista en el gobierno local- fuera más desfavorable.
Así lo ha expresado David Cameron, el primer ministro británico, en su primera intervención tras conocerse el triunfo del NO. Destacando que “las grandes decisiones hay que afrontarlas y no eludirlas”. Y remarcando con especial énfasis que “el problemas escocés está resuelto para una generación”.
Es cierto que la apuesta de Londres ha tenido una parte importante de riego. El referéndum se ha resuelto a favor del NO por un margen mucho más ajustado del que podía preveerse, cuando hace dos años su ventaja superaba los 20 puntos. Esto se explica, no por el repentino avance del independentismo en Escocia, sino por el marco de la lucha de clases internacional, y por sus efectos sobre las contradicciones internas británicas.
La debilidad de la superpotencia norteamericana, obligada a dedicar su atención principal a otros frentes -Como Ucrania, Siria o Irak-, desatendiendo crecientemente al “frente europeo”, y la aguda crisis política y económica del Reino Unido, han tenido una poderosa influencia en los resultados del referéndum.
Además de la pésima gestión política de la campaña durante los dos últimos años por parte del gobierno británico, enquistado en el inmovilismo y que sólo ha reaccionado en las últimas semanas.
Esto ha permitido que el SI tomara durante mucho tiempo la iniciativa política, avanzando socialmente de manera notable. Situando en el centro del debate la política económica. Y planteando, a través de una sofisticada subversión que también estamos sufriendo en Cataluña, que la independencia permitiría “gestionar mejor nuestros recursos” frente a “las políticas de recortes y antisociales que nos imponen desde Londres”. Difundiendo la falsa ensoñación de que todos los problemas económicos que sufre el pueblo escocés se debe principalmente “al dominio de Londres”.
La irrupción de la “mayoría silenciosa” Un destacado periodista escocés pulverizó estas mentiras cuando afirmó que “un obrero de Glasgow tiene mucho más en común con un obrero londinense que con un aristócrata escocés”.
Pero la ocultación de estas diferencias y afinidades de clase, sustituidas por la “comunidad territorial”, ha hecho posible que al frente del SI se sumaran sectores populares, obreros y de izquierdas que nunca han sido independentistas, como un sector importante del laborismo.
Ha sido la movilización social lo que ha inclinado la balanza a favor del NO. Expresada en un grado de participación desconocido, del 85% o incluso del 90% en algunas circunscripciones. El SI estaba movilizado y muy organizado. Y el NO estaba desmovilizado y sin referencia política clara. Pero cuando el referéndum ha puesto sobre la mesa la disyuntiva de unidad o fragmentación, se ha expresado una “mayoría silenciosa” contra la fragmentación mucho más amplia de lo que refleja el debate político.
Se cierra la herida en Reino Unido... se abre en Europa
Pero si el referéndum cierra la herida en Reino Unido, contribuye a azuzarla en el resto de Europa.
Se ha demostrado que es posible realizar un referéndum por la independencia en un país “central” como Reino Unido, y que
hasta hace muy poco no parecía padecer tensiones importantes en su articulación nacional.
Y, aunque haya triunfado el NO, los resultados han sido “rentables” para los partidarios de la independencia. Conquistando un espacio político y un apoyo social antes impensable. Y forzando a la burguesía británica a ofrecer una “tercera vía”, en forma de mayores competencias y más control sobre los servicios y el presupuesto, que también se extenderá a Gales o Irlanda del Norte. Una reforma del sistema autonómico y un proceso de descentralización que en Reino Unido es una auténtica revolución. Hay que recordar que Escocia disponía de parlamento autonómico solo desde 1997, y lo que ahora se le ofrece es un poder de gestión sobre la seguridad social y otros servicios que ni de lejos puede equipararse al que ya disfruta Cataluña desde hace muchos años. Lo que inevitablemente va a potenciar que otros proyectos disgregadores emerjan exigiendo “el mismo trato que en Escocia”. Incitándoles a dar la batalla partiendo de que “ahora es el momento” de aprovechar estas condiciones.
Y abocando al resto de burguesías europeas, también y especialmente a la oligarquía española, a la necesidad de ofrecer una salida política a sus “regiones díscolas”. En países donde su clase dominante no tiene la fortaleza política ni la misma colocación en la cadena imperialista que la burguesía británica para reconducir las fuerzas disgregadoras.
De Escocia a España
El resultado del referéndum escocés afecta de lleno a España. El triunfo del NO supone un “dique de contención” coyuntural ante la ofensiva de Artur Mas, que será explotado por la oligarquía y el gobierno de Rajoy. La victoria del SI habría supuesto un terremoto político de consecuencias imprevisibles.
Pero obliga más si cabe a la oligarquía española a “mover ficha”. A corto plazo, el gobierno de Rajoy va a mantener la firmeza política, presentando un recurso de inconstitucionalidad que dejará sin validez la ley de consultas o la posible convocatoria de una consulta. Pero más allá del 9-N, la oligarquía española está emplazada a “coger el toro por los cuernos” y ofrecer una
alternativa política, que puede adoptar la forma de una reforma constitucional que ofrezca un nuevo trato a Cataluña. Y que permitiría todavía abrir, no un “choque de trenes” sino una negociación con un Artur Mas cada vez más debilitado y exigido.
Cuanto más tarde la oligarquía en tomar la iniciativa política, más “cancha” social para avanzar, independientemente de la resolución judicial del conflicto, tendrá el “proceso soberanista”.
"El camino para que la mayoría social favorable a la unidad se exprese en Cataluña es hacer aflorar la izquierda patriótica"
La unidad desde la izquierda
Las “lecciones” del referéndum escocés evidencian que el camino para que la mayoría social favorable a la unidad se exprese es hacer aflorar la izquierda patriótica.
En Escocia la mayoría social contraria a la independencia ha estado “huérfana” de referencia política. En un histórico feudo de la izquierda, el extremado carácter reaccionario de la dirección laborista ha provocado que incluso un sector de su base social, y también de cuadros, se hayan “pasado” al frente del SI.
Pero los resultados han demostrado que existe una amplia mayoría social a favor de la unidad, que se ha movilizado disparando la participación.--- Salvando las distancias, algo parecido ocurre en Cataluña. La oligarquía está emplazada a dar una respuesta política. Pero el factor determinante para ganar esta batalla política será la organización de la izquierda patriótica, que pueda hacer aflorar políticamente la mayoría, hoy “silenciosa” y sin la relevancia política que merece, a favor de la unidad. Y aquí el pueblo catalán, junto al resto del pueblo español, tenemos un papel determinante.
¿Vamos a permitir que Artur Mas siga enarbolando con impunidad la bandera del “derecho a decidir” y de “la libertad de Cataluña”, mientras nos “fríe” a todos los catalanes con los mayores recortes sociales, con los más salvajes ataques a las condiciones de vida de las clases populares?
¿O la mayoría de catalanes progresistas vamos a tomar la iniciativa, dejando claro que queremos fortalecer nuestra unidad con el resto del pueblo español para combatir a quienes nos saquean y dominan, tanto en Madrid como en Barcelona?
viernes, 26 de septiembre de 2014
La « ley de Murphy »
También afecta al Imperio.
Las economías del capitalismo avanzado no logran salir del atascadero en que cayeron a partir de la crisis financiera y económica del 2008-2009. Los gobiernos de esos países, sometidos al poder de la plutocracia que controla los monopolios financieros, industriales, comerciales y demás sectores, muestran una total incapacidad y confirman, con la terquedad con que aplican las políticas de austeridad, como es tan claro en la Unión Europea (UE) y otros países. el fin del sistema político que caracterizó la « civilización industrial ».
En Estados Unidos (EE.UU.), después de un frenazo en el primer trimestre, cuando el producto interior bruto (PIB) tuvo una contracción real de 2.1 por ciento (en términos anuales), la Oficina de Análisis Económicos (BEA, en su sigla en inglés) reporta un primer estimado del PIB en el segundo trimestre, con una tasa (anual) de crecimiento de 4.0 por ciento. Este estimado no es creíble y será probablemente revisado a la baja, según Shadow Government Statistics, portal especializado en revelar la falsificación de las estadísticas oficiales.
Aunque los analistas al servicio de Wall Street dicen que esperan que en EE.UU. el crecimiento del PIB se mantenga por encima del 3,0 por ciento en los próximos trimestres, con cierto realismo el vicepresidente de la Reserva Federal, Stanley Fisher, advirtió que el empeoramiento de la situación mundial afectó en el pasado las exportaciones y los ingresos de las empresas, deprimió los valores
bursátiles e incidió en la toma de decisiones financieras de los negocios y las familias, y que « año tras año hemos tenido que explicar a partir de mediados del año por qué la tasa de crecimiento global fue más baja que la prevista apenas dos trimestres pasados ».
No hay dudas de que la « nueva normalidad » en las economías del capitalismo avanzado es la « japonización », o sea tasas de crecimiento prácticamente nulas o bajas, como el 1.7 por ciento para EE.UU. en el 2014, según la previsión del FMI, y en el contexto de un desempleo crónico y elevado, sobre todo cuando se cuenta el creciente número de desempleados de largo plazo, los excluidos y el crecimiento de la población en edad y condiciones de trabajar que no tienen empleos. Y con empleos creados a tiempo parcial, muy mal pagados y con horarios que convierten en un infierno la vida cotidiana de millones de personas, como reporta el diario The New York Times [1].
En cuanto a la economía de Japón, que desde los años 90 sufre un crecimiento bajo, después de un primer trimestre positivo por las ventas domesticas –que subieron en anticipación del aumento de 10 por ciento en el impuesto al consumo (tasa al valor agregado), todo indica que en los próximos trimestres volverá a la tendencia de un crecimiento bajo (1.6 por ciento, según el FMI), o un crecimiento prácticamente nulo si la situación mundial se ensombrece un poco más.
En el plano europeo uno puede repetir casi lo mismo que hace dos o tres años: las políticas de austeridad y el desempleo masivo están minando las economías reales. Los países de la zona euro tuvieron un crecimiento nulo (0.0 por ciento) en el segundo trimestre, lo que significa que algunos sufrieron contracciones, entre ellos Italia, Francia y Alemania, y que el resto están estancados o con muy bajo crecimiento.
Todo esto en el contexto de las sanciones económicas, comerciales y financieras contra Rusia tomadas por EE.UU., la UE y otros aliados de la OTAN para agravar las tensiones en torno al dramático caso de la bombardeada población ruso-parlante en el Este de Ucrania, y la decisión de Moscú de aplicar la reciprocidad en definidos sectores del comercio agroindustrial e inversiones, que
afectarán con particular intensidad a un número importante de países de la UE.
Por el momento nada permite pensar en una baja de las tensiones, al menos si uno ve que en momentos en que Finlandia trata de convertirse en interlocutor para encaminar negociaciones que reduzcan las tensiones, un diario « respetable » como el británicoThe Guardian, se prestó a una nueva provocación con la fabricación de una grotesca mentira, como fue el caso del « convoy militar ruso que penetró en Ucrania », lo que le dio la oportunidad al « rey del chocolate » que preside el régimen golpista ucraniano, Petro Poroshenko, para caer nuevamente en ridículo al afirmar que su ejército había aniquilado esa columna « invasora ».
Triste de ver que ningún « medio respetable » del mundo occidental se preguntó, antes de publicar tamaña fabricación, cómo era posible que si esa columna militar iba a invadir Ucrania, una operación sin duda de carácter secreto, los militares rusos permitieron que autos con periodistas la fotografiaran y la siguieran hasta la frontera, o por qué la OTAN, con sus satélites espías que controlan cada milímetro de esa zona, no lanzó una acusación inmediata con pruebas al apoyo.
Quien con perros se echa, con pulgas se levanta.
La burda fabricación del golpe de Estado en Ucrania a partir de una coalición entre oligarcas mafiosos, neonazis, ultranacionalistas y despistados no podía dar otro resultado que la criminal política de bombardear a la población civil que no apoyó el golpe ni a las pantomimas cotidianas del « rey del chocolate », del « Yats » que la subsecretaria de Estado Victoria Nuland impuso como primer ministro, de los ministros y funcionarios que responden a una u otra fracción de esta siniestra coalición, y que con sus amenazas han convertido al parlamento en la caja de resonancia de las contradicciones entre las mafias que se reparten y disputan el poder.
Cada día trae una sarta de incongruencias y provocaciones de parte de los integrantes del régimen de Kiev: El pasado sábado 16 el movimiento neonazi Sector Derecho intimó a Poroshenko para que en 48 horas purgase el ministerio del Interior y eliminara todas las acusaciones criminales contra los miembros del Sector Derecho, so pena de que sus tropas de choque abandonaran el frente de combate en el Este del país para dirigirse a Kiev. Y el gobierno cedió sin chistar (« Right Sector Not Going to Attack Kiev, Some of Requirements Fulfilled – Leader »)
El lunes 18 el presidente del parlamento, Olexander Turchinov, declaró a la Agencia de Prensa del Báltico que « estamos sentando el objetivo de unirnos a la Unión Europea dentro de cinco años. Ucrania deberá convertirse en miembro de la Unión Europea y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte » (« Ukraine plans to enter EU, NATO— Turchynov »)
La coalición de neonazis y mafias de oligarcas no es una base como para « estabilizar » el régimen nacido del golpe de Estado. Ninguna de las facciones que se reparten las cuotas de poder está realmente gobernando para el bien de la población, que es la que ya está pagando –con las alzas de impuestos y de precios, con el aumento del desempleo, la pérdida de salarios y pensiones, con la eliminación de los ya reducidos servicios públicos-, la factura de esta aventura golpista.
La resistencia organizada por los rusos-parlantes en el Este y Sur de Ucrania es por el momento la única fuerza política y militar que cuenta en tanto que oposición al régimen de Kiev.
Algunos observadores piensan que si esta fuerza dura unos meses más, hasta la llegada del « general invierno » que despertará a la terrible realidad a una gran parte de los ucranianos del resto del país que dieron un apoyo activo o pasivo al golpe de Estado, el régimen de Poroshenko será políticamente más inestable y proclive a mayores locuras, como hacer avanzar el calendario para la llegada de fuerzas militares de la OTAN y a tener que apoyarse cada vez más en los sectores extremistas, en los neonazis, para reprimir salvajemente a la población.
Washington puede vivir con esta realidad y sacar beneficios. No es Ucrania el primer país, y desgraciadamente no será el último, que EE.UU. destruye y desmoderniza para crear zonas de caos que sirven a sus intereses. Por su parte la UE no tendrá más remedio que convivir cotidianamente, en su « patio trasero », con esa caótica realidad que muy probablemente contaminará a los países vecinos.
Alemania, el único país de la zona euro que tiene capacidad (pero aún no la voluntad) de tomar decisiones políticas, no podrá seguir escondiéndose y tendrá dentro de muy poco tiempo que decidir si anula su futuro aceptando ser la punta de lanza de EE.UU. y la OTAN contra Rusia, o si mete su fuerza de potencia económica en Europa del Este al servicio de la estabilidad regional, lo que implica terminar la política de agresión contra Rusia.
Pero por el momento nada de todo esto parece ni siquiera preocupar a Bruselas o a la mayoría de gobiernos de los países de la UE, que se supone se unieron no hace mucho para poner fin a siglos de guerras, de matanzas y brutalidades entre vecinos. Como que no conocen el refrán de que « quien con perros se echa, con pulgas se levanta ».
La respuesta rusa, calmada pero radical.
Uno puede concluir en que el imperio neoliberal lanzó una grave provocación contra Rusia y los países que están buscando retornar a un sistema multipolar para crear opciones socioeconómicas regionales fuera del neoliberalismo, pero que la mesurada y calculada respuesta rusa los está, por así decirlo, haciendo que se « cocinen » en sus propias contradicciones, las que existen en el interior del gobierno en Kiev, entre los países de la UE y las que provienen de todos los intereses económicos afectados. Por ello es posible anticipar graves problemas para las economías reales de los países del imperio a partir del segundo semestre de este año.
La demencial política del imperialismo neoliberal para mantener el orden unipolar en las relaciones internacionales y poder así implantar su hegemonía en todo el mundo tiene muchos aspectos negativos, como los conflictos militares que directamente o por medio de aliados están causando decenas de miles de muertes en varias regiones del mundo, y provocando un retorno a la peor época de la Guerra Fría, al « equilibrio del terror », en las relaciones con Rusia.
Nada hay de racional en esta política, que parece escrita por un pésimo guionista de Hollywood. En realidad, como dijo el primer ministro húngaro Víctor Orban, la consecuencia de « la política de sanciones proseguida por los occidentales, esto es, nosotros mismos » contra Rusia, « nos causa más daño a nosotros que a Rusia. En política eso se llama pegarse uno mismo un tiro en el pie » (Reuters, Gergely Szakacs, 15 de agosto 2014).
Algo similar había dicho el día anterior el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, cuando expresó que las sanciones contra Rusia no tenían sentido alguno, pero que si amenazaban el crecimiento económico del bloque de 28 países de la unión Europea (Slovak PM criticises Ukraine over sanctions against Russia) Sin caer en el simplismo, cualquier observador más o menos objetivo puede concluir que en términos estratégicos, por una política basada en principios, entre ellos el de la soberanía de las naciones y de un mundo multipolar, y aplicada de manera calma pero firme por el gobierno de Vladimir Putin, Rusia sale ganadora en esta confrontación creada en Ucrania por el imperialismo estadounidense y sus aliados de la UE.
Hace poco más de dos décadas el imperialismo estadounidense había logrado destruir a su principal enemigo, la Unión Soviética y el campo socialista del Este de Europa, pero la desmedida ambición de convertir a esos países en « territorios vírgenes » para la expansión del neoliberalismo no tuvo contrapartidas. Ninguna de las promesas de Washington fueron cumplidas –incluyendo aquella de que la OTAN no entraría en los países limítrofes a Rusia-, ninguna ventaja les fue acordada a esos países, cuyo destino fue marcado como el de ser subordinados del orden neoliberal. Lo único que se
realizó de manera planificada fue la desmodernización, o sea la destrucción de las economías y las sociedades.
Si Washington y sus aliados detestan y satanizan a Putin es porque éste aprendió la lección y desde hace unos años comenzó la difícil tarea de reconstruir el Estado en la Federación Rusa para que ejerciera un papel gestor en la recuperación de la economía, dominada por los oligarcas locales y sus socios extranjeros, y de una sociedad que no solo había perdido prácticamente todo lo conquistado bajo más de 70 años de socialismo sino retrotraída a la desolación y las penurias de la época prerrevolucionaria.
Es posible, y quien sabe hasta probable, que la intolerancia del imperialismo demostrada en esta aventurada ofensiva en Ucrania y en la avalancha de sanciones económicas, financieras y comerciales, y por otra parte la existencia en Moscú de una dirigencia política y estatal a la altura del reto, permitirá finalmente que Rusia emprenda la necesaria reconstrucción de la economía. Los pasos dados por el gobierno de Putin son claros en cuanto a la necesidad de crear o reconstruir los instrumentos estatales para intervenir en las industrias claves, en ramas o sectores económicos, como la agricultura, de manera que respondan a las necesidades socioeconómicas y a la seguridad nacional e internacional.
La prensa occidental no resaltó lo que Putin dijo al reunirse en Yalta, Crimea, con los legisladores del Parlamento ruso, pero que si se las lee atentamente son muy reveladoras: « Debemos calmamente, efectivamente y con dignidad, mejorar nuestro país sin aislarlo del mundo exterior, sin romper los lazos con nuestros socios, pero también sin permitirnos que nos traten de manera insolente y tutorial ». (Ukraine in bloody chaos — Putin). Subrayando que el objetivo de estas sanciones « es asegurar el dominio global de Estados Unidos. Esta es la verdad », Putin se dijo confiado en que la sociedad rusa necesita consolidarse y movilizarse, pero no para guerras o conflictos, sino para el persistente trabajo en pos de Rusia y en nombre de Rusia, y que la respuesta de su gobierno a las sanciones económicas, financieras, políticas y comerciales de EE.UU. y los países de la OTAN, era
«legal y válida. Ayudará y no dañará a nuestra economía interna ».
En esas reuniones Putin no descartó que Moscú pueda retirarse de la Corte Europea de Derechos Humanos, e incluso de retirarse unilateralmente de tratados internacionales « si este paso es necesario por los intereses domésticos », recordando que EE.UU. se retiró unilateralmente del « Tratado para la Reducción de armas Estratégicas Ofensivas ».
La reciprocidad a las sanciones de los países de la OTAN « no es solamente represalia (sino) primariamente una medida de apoyo a nuestros manufactureros, así como una apertura a productores de países que quieren y están dispuestos a cooperar con Rusia », enfatizando que las autoridades rusas deben focalizarse en « la solución de los problemas nacionales » (Food embargo against West to benefit Russia’s economy- Putin). Y en una frase cuyo alcance recuerda la del presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt en 1933, cuando comenzó a tomar importantes y radicales decisiones políticas para buscar salir de la Gran Depresión, de que « de lo único que tenemos que tener miedo es del propio miedo », Putin enfatizó que « nuestro futuro está en nuestras propias manos ».
Lo que nos dice la ley empírica del ingeniero estadounidense Edward A. Murphy, formulada en la breve frase « si algo puede salir mal, saldrá mal », es que todo aquello que no ha sido pensado y repensado hasta en sus más mínimos detalles y consecuencias, sea un proyecto de ingeniería, un plan económico, una política exterior o la manera de portar un arma, entre muchos etcéteras, corre el riesgo de terminar mal.
La soberbia de este imperialismo neoliberal no le agudiza la inteligencia y ni siquiera la astucia de saber hasta dónde se puede mentir y engañar. No le permite pensar y repensar sus ambiciones desmedidas, al contrario, la soberbia lo enceguece y cada vez más lo conduce a usar lo único que tiene, la fuerza militar para amenazar y golpear a diestra y siniestra, como lo estamos viendo.
Que todo terminará mal para el imperialismo es una certitud, pero por lo que hay que luchar es por impedir que termine mal para todo el mundo, para este pequeño y amenazado planeta, el único que jamás tendremos. Los progresos en la creación de un mundo multipolar, que pasan por la vía de cambios políticos y económicos nacionales y regionales, son la única vía de frenar esta demencial búsqueda por la hegemonía total.
Alberto Rabilotta para Alai-Amlatina y El Correo * Alberto Rabilotta. Periodista argentino-canadiense desde 1967, en México para la «Milenio Diario de México ». Corresponsal de Prensa Latina en Canadá (1974) Director de Prensa Latina Canadá, cobertura América del Norte (1975-1986). Corresponsal de la Agencia de Servicios Especiales de Información, ALASEI, (1987-1990). Corresponsal de la Agencia de Noticias de México, NOTIMEX, en Canadá (1990-2009 Columnista bajo seudónimos (Rodolfo Ara y Rocco Marotta) de « Milenio Diario de México » (2000-2010). Colaborador de ALAI, PL, El Correo, El Independiente y otros medios desde el 2009.
[1] Trabajo a tiempo parcial, Working Anything but 9 to 5 . The New York Times, by Jodi Kantor, 13 de agosto de 2014
jueves, 25 de septiembre de 2014
Misiles a Turquía, intervención en Libia,...
Obama pone en orden de combate a Rajoy
Que Mariano Rajoy se pusiera de perfil en la pasada cumbre de la OTAN, evitando un gran compromiso público con la “coalición” organizada por Obama, no quiere decir en absoluto que España, en los hechos, no esté ya plenamente alineada -y lo estará cada vez más- en los dispositivos de guerra orquestados por EEUU. Dos noticias conocidas el pasado 18 de septiembre así lo confirman.
La primera fue el anuncio en el Congreso por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, que España destacará una batería de misiles antimisil balístico Patriot en Turquía en los próximos meses. Un destacamento, con 130 militares y seis lanzadoras se instalará en la frontera turco-siria en cooperación con otras unidades de Alemania y EEUU.
La batería, de fabricación estadounidense, fue comprado de segunda mano por el ejército español a Alemania hace 10 años. E incluye un complejo sistema formado por un radar de alta precisión y misiles tierra-aire capaces de detectar un misil balístico a 150 kilómetros e interceptarlo a mitad de esa distancia. Será la primera vez que el ejército español despliegue una unidad antiaérea en el extranjero, misión que podría prolongarse hasta un año.
"Un destacamento español, con 130 militares y seis lanzadoras se instalará en la frontera turco-siria"
Además, el ministro de Defensa anunció que el gobierno ha puesto a disposición de la coalición y de Washington el uso de las bases de Rota y Morón, capacidades de transporte estratégico y apoyo aéreo, tareas de mando, control e inteligencia, asesoramiento y formación del Ejército iraquí y entrega de material militar, tanto letal como no letal. Y que sólo está a la espera “de que se soliciten”. Es decir, que están a la espera de lo que el Pentágono les mande, para servirlo con prontitud. Asimismo, un general y siete oficiales españoles ha sido enviados a trabajar en el cuartel general del Mando Central del Ejército de EEUU en Tampa (Florida) en el planeamiento de la operación, junto a altos mandos de otros 47 países.
Y sin embargo, a pesar de este amplio despliegue que contradice la imagen oficial transmitida hasta ahora por Rajoy de que su gobierno ocuparía un papel de segunda o tercera fila en esta nueva guerra, el portavoz de Defensa del PSOE, Diego López Garrido, reprochó a Morenés su “falta de liderazgo” en este asunto, haciéndose eco de anteriores declaraciones del nuevo secretario general socialista, Pedro Sánchez, pidiéndole a Rajoy un compromiso más activo y firme con la nueva coalición para la guerra desatada por EEUU en Irak y Siria.
¿Qué es lo que quieren? ¿Meternos de hoz y coz en una guerra cuya duración Obama ha cifrado en al menos 3 años y para la que altos mandos del Pentágono prevén que llegará el momento de enviar tropas a tierra? ¿Competir con el PP a ver quién es más pro-yanqui y hacerse una nueva foto en las Azores, sólo que esta vez con Obama y Hollande de acompañantes? Bonito “bautizo” de la nueva dirección del PSOE en materia de política exterior y de defensa. ¿En esto consiste la regeneración que predican?
Por otra parte, sólo 24 horas después de la comparecencia de Morenés, un medio digital se hacía eco, citando fuentes del ámbito de la inteligencia militar española, de una serie de informes en los que se afirma que “en caso de que la situación en Libia se descontrole, se podría crear un nuevo Estado Islámico en el ‘patio trasero’ de España. De todos los escenarios en los que España ha estado presente en la última década, Libia es sin duda el más determinante para nuestros intereses”. De acuerdo con ello, además de los movimientos políticos y diplomáticos tendentes a encontrar una salida política a la guerra civil de facto que se desarrolla en el país norteafricano, España baraja participar en algún tipo de intervención militar dirigida por Francia en caso de que la vía del diálogo político no fructifique.
"¿Qué busca la nueva dirección del PSOE, competir con el PP a ver quién es más pro-yanqui?"
Aunque por el momento, según estos informes, la opción militar no es la prioritaria tampoco “la descartan”. Monarquías del Golfo, apoyadas por Egipto, están apostando ya por frenar a las milicias radicales libias por medio de la fuerza y, de hecho, han llevado a cabo recientes operaciones como el bombardeo aéreo de unidades de las milicias rebeldes que estaban a punto de lazarse al asalto del aeropuerto de Trípoli.
La intervención militar, de acuerdo a estas fuentes, es una de las opciones incluidas dentro de los informes que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas han estado remitiendo los últimos meses al ministerio de Defensa y a presidencia del Gobierno.
La agudización de las contradicciones y el estallido de múltiples conflictos internacionales obliga a EEUU a exigir un férreo alineamiento militar a sus aliados y peones. Cada vez más, la enorme dependencia político-militar de los gobiernos españoles hacia Washington y nuestra posición geopolítica nos están abocando a seguir ciegamente una peligrosa espiral bélica en el que no jugamos otro papel que el de ser un peón -y como tal “sacrificable” en cualquier momento en la partida de ajedrez que se juega en el tablero mundial- para la defensa de los intereses hegemónicos de EEUU en regiones como Oriente Medio o el Norte de África.
España no tiene conflictos con ningún país del mundo que no puedan resolverse por la vía de las negociaciones económicas, diplomáticas y políticas. Nuestros intereses como país pasan por la defensa de una política activa de paz y neutralidad, lo que exige el regreso de todas nuestras tropas estacionadas en el extranjero, la salida de la OTAN y el desmantelamiento inmediato de las bases norteamericanas de nuestro suelo
miércoles, 24 de septiembre de 2014
La otra gran burbuja
Hacienda destapa las deudas del fútbol español
El presidente de la Liga de Fútbol profesional Jabier Tebas, señalaba el pasado mes de julio que los equipos de fútbol debían a Hacienda un total de 482 millones de euros, pero según la Agencia Tributaria, esta cifra se eleva hasta los 564 millones, lo que supone una diferencia de 82 con respecto a la cifra inicial.
La LFP podría haber publicado unas cifras ligeramente maquilladas con la intención de reconocer el sacrificio realizado por numerosos equipos del fútbol español, motivo por el que habría aunciado una reducción de la deuda con respecto a la temporada anterior de 162 millones de euros.
REDUCCIÓN DE CASI 100 MILLONES DE EUROS Sin embargo, fuentes de Hacienda aseguran que la reducción real se sitúa en torno a los 99 millones de euros
Además, personal del Ministerio ha indicado que el desfase entre la cantidad publicada y la real comenzó la temporada pasada, cuando la LFP anunció una deuda de 647 millones de euros, que en realidad ascendía a 667 millones.
PROBLEMAS PARA CUMPLIR LOS PAGOS De esta forma, la reducción definitiva confirmada por Hacienda es de 15%. Además, el Ministerio ha criticado que los equipos españoles han incumplido los plazos de pago y acuerdos alcanzados y han complicado en numerosas ocasiones el cobro de las deudas
lunes, 22 de septiembre de 2014
Basta de muertes
Mañana concentracion de las PAH en todos los juzgados de España
En protesta a la reforma hipotecaria del gobierno, que lejos de frenar los desahucios han aumentado considerablemente
y
en recuerdo a la pareja de ancianos que han sido arrojados al suicidio en Calvia (Mallorca)
cuando recibieron la orden de desahucio despues de una vida de trabajo.
La concentración esta convocada desde las 08.00 a las 15.00 horas
viernes, 19 de septiembre de 2014
Libia, Siria, Irak, Ucrania,..
En la cumbre de la OTAN, EEUU ha exigido un alineamiento militar más firme a sus principales aliados y peones
La cumbre de la OTAN y el cinturón de fuego
La agudización de los conflictos a escala mundial está obligando a EEUU a exigir un alineamiento militar más firme a sus principales aliados y peones. Y es esta exigencia la que ha marcado la pasada cumbre de la OTAN, celebrada en Gales a comienzos de este mes de septiembre.
Las contradicciones a escala internacional se agudizan e intensifican a una velocidad vertiginosa. Un verdadero cinturón de fuego jalonado de desórdenes, rebeliones y conflictos de alta intensidad, marcan la agudización de estas contradicciones a las que el hegemonismo norteamericano es incapaz de contener.
Un cinturón de fuego que arranca en el Sáhara, el Sahel y la franja central africana, continúa por Libia y Egipto, sigue por Líbano, Jordania, Yemen, Irak y Siria, sube por el Caúcaso hasta Ucrania y Rusia para cruzar las estepas asiáticas y concentrarse en el Lejano Oriente y el mar de China Meridional.
"Reforzamiento de la militarización en todos los frentes y un alineamiento más férreo tras los dictados de Washington"- De todos ellos, Irak-Siria (con su derivaciones hacia el resto de Oriente Medio: Líbano, Jordania, Yemen,...) y Ucrania -con sus implicaciones sobre el tablero europeo- constituyen ahora mismo los dos puntos álgidos de emergencia geopolítica donde el hegemonismo es incapaz de imponer su orden y sus proyectos. Enfrentándose con una resistencia a la que, de momento, no consigue doblegar.
Esta agudización de las contradicciones está obligando a EEUU a exigir un alineamiento militar más firme a sus principales aliados y peones. Y es esta exigencia la que ha marcado la pasada cumbre de la OTAN, celebrada en Gales a comienzos de este mes de septiembre.
El hervidero de conflictos en que está sumido el orden mundial hegemonista ha obligado a la OTAN a redefinir sus prioridades. Mientras algunos países, los limítrofes con Rusia, reivindican una mayor atención a la defensa colectiva y piden a sus aliados que se desplieguen en su territorio, otros piden que la OTAN intervenga activamente en los nuevos escenarios de riesgo en Oriente Medio, el Sahel y Norte de África. E incluso hay quienes, convertidos en la “voz de su amo”, sugieren que la OTAN acompañe a Estados Unidos en su pivote hacia Asia-Pacífico, ya que consideran que la seguridad en aquella región es cualitativamente importante para los intereses de seguridad de todo occidente.
Cuatro resoluciones de hondo calado La cumbre de la OTAN ha tomado cuatro resoluciones de hondo calado cuyas consecuencias, tanto para el mundo como para los miembros de la alianza, se irán dejando sentir a lo largo de los próximos meses y años. Resoluciones diferentes, referidas a diversas regiones y a distintas tareas, pero todas con un denominador común: un reforzamiento de la militarización en todos los frentes, un alineamiento más férreo tras los dictados de Washington y un recrudecimiento de las tensiones a escala mundial.
La primera de las resoluciones hace referencia al pulso sostenido entre Washington y Moscú en Ucrania y el nuevo papel que EEUU desea para la OTAN en él. El denominado “Plan de Adiestramiento para la Acción ” contempla aumentar la presencia militar de la OTAN en los países del Este y el Norte de Europa a través de ejercicios militares, instalación logística de equipamiento militar y de sistemas de mando y control en distintas bases militares de estos países y el reforzamiento de la Policía Aérea del Báltico para “proteger el espacio aéreo de estos países”.
"La Declaración final de la Cumbre se dedica a evaluar las relaciones entre la OTAN y Rusia en unos términos de inusitada dureza"
El objetivo del plan es mantener una presencia militar continua pero rotatoria. Es decir, sin instalar bases permanentes, lo que contravendría los tratados firmados por EEUU y Rusia en la década de los 90, tras la implosión de la URSS y la expansión de la OTAN en su antiguo glacis. Pero al mismo tiempo con la capacidad de enseñar disuasoriamente el “músculo” militar occidental a Rusia.
Ligado con esto, la segunda resolución es la creación de la “Spearhead Force” (Fuerza de Punta de Lanza), una fuerza de reacción rápida compuesta por hasta 5.000 efectivos, incluidas fuerzas especiales de tierra, mar y aire y a la que contribuirán de modo rotatorio los países de la alianza. Su objetivo es poseer la capacidad de responder en 48 horas a potenciales amenazas en el Este, aunque el planteamiento inicial es que pueda ser también extensible a otras zonas en el flanco sur como el Sahel y Oriente Medio.
La declaración final de la cumbre –documento oficial suscrito por los 28 líderes de la OTAN a su término– incluye al Estado Islámico de Irak y Levante (ISIL, en sus siglas en inglés) como una “grave amenaza para el pueblo iraquí, el pueblo sirio, la región y nuestras naciones”. En la cumbre de Gales, y actuando al margen de los plenos oficiales, Obama empezó a forjar un “núcleo de coalición” integrado por EEUU, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Dinamarca, Polonia, Canadá y Turquía.
Coalición que ahora busca ampliar a diversos Estados árabes y cuyo objetivo sería “acompañar” a la aviación norteamericana en los ataques aéreos que está ya desplegando contra las posiciones del ISIL en Irak. Ataques que en una siguiente fase podrían ampliarse también a territorio sirio. Y que no excluyen la posibilidad, dependiendo de cómo se desarrollen los acontecimientos, de enviar tropas sobre el terreno en un futuro más o menos próximos.
Los países de la OTAN que, como España, han decidido permanecer momentáneamente en un segundo plano, podrán no obstante, sumarse en labores de inteligencia, logísticas, de formación del Ejército iraquí o poniendo a disposición de la OTAN sus bases militares desde donde desplegar los ataques.
Por último, Obama ha exigido a los países miembros que en el plazo máximo de una década, cumplan con el objetivo marcado por los tratados de la OTAN de dedicar un 2% de su PIB a gastos militares, cifra que hoy sólo alcanzan EEUU, Reino Unido, Francia y Turquía. Para hacer más “digerible” a las opiniones públicas occidentales esta exigencia y no chocar con los objetivos de reducción del déficit público impuestos por la UE, la OTAN ha transformado el concepto de “gasto militar” en el de “inversión en defensa”. Como primera medida y ante las reservas expresadas por algunos países europeos para aumentar los gastos militares, la cumbre ha acordado al menos no rebajar los presupuestos militares en los próximos ejercicios.
Dureza e intervencionismo militar La Declaración final de la Cumbre se dedica, en gran parte, a evaluar la situación en Ucrania y las relaciones entre la OTAN y Rusia, en unos términos de inusitada dureza.
"Un grupo de países de la OTAN se ha unido a Obama en torno a una única petición: que EEUU intervenga en Irak"
En su primer punto afirma que “las acciones agresivas de Rusia contra Ucrania han cambiado fundamentalmente nuestra visión de una Europa unida, libre y en paz”. A continuación denuncia la “ilegal intervención militar” de Rusia en Ucrania, exige la retirada de sus tropas y anuncia que esta “violación de la soberanía de Ucrania y de su integridad territorial representa una seria brecha de la ley internacional y un grave desafío a la seguridad euro atlántica”.
Con una dureza sin precedentes desde la Guerra Fría, la OTAN declara que “una Ucrania independiente, soberana y estable es clave para la seguridad euro atlántica”, que se ha “roto la confianza” en sus relaciones con Rusia y que, como fruto de ello, aprueba el amplio dispositivo de reforzamiento militar en el este y el norte de Europa.
Respecto al Estado Islámico de Iraq y Siria (EIIS), recientemente renombrado como Estado Islámico (EI), que en unos pocos meses ha derrotado a los ejércitos sirio e iraquí, así como a la milicia de los pesmergas kurdos, haciéndose con el control de un territorio mayor que Gran Bretaña en el corazón del Oriente Medio, gobernando sobre 4 millones de personas y controlando el funcionamiento de los campos y refinerías de petróleo allí existentes, la cumbre de la OTAN ha llegado a la conclusión de que es una fuerza tan nociva que es necesario ya tomar la iniciativa para detener su expansión.
Obama lo ha tachado de “cáncer”; Kerry lo ha llamado el “rostro de la maldad más fea, salvaje, inexplicable, nihilista y sin valores a la que hay que destruir”; el secretario de defensa norteamericano lo ha calificado de “una amenaza inminente para todos nuestros intereses, ya sea en Iraq o en cualquier otro lugar”; y el presidente de la junta de jefes del estado mayor del Pentágono la ha descrito como una “organización que tiene una visión estratégica apocalíptica del fin del mundo a la que habrá finalmente que derrotar”.
Una vez clasificado como un mal extremadamente amenazador, sólo cabía esperar que un grupo de países de la OTAN se uniera a Obama en torno a una única petición: que EEUU intervenga. Que la administración Obama -la que llegó al poder prometiendo el fin de la guerra de Irak- envíe a sus bombarderos y drones a una guerra aérea de expansión lenta en Iraq y, antes o después, posiblemente en Siria.
Y aunque en principio no habrá “botas estadounidenses sobre el terreno”, la derrota del ISIS exige la presencia de comisionados de diversa índole, y el ejército norteamericano tendrá algo que ver, naturalmente, con el entrenamiento, armas, financiación y asesoramiento.
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