La ley d’Hont es un sistema de recuento de votos que favorece de una manera escandalosa a los partidos más votados.
Para empezar, se ordenan las candidaturas de mayor a menor en función de los votos obtenidos y las candidaturas con menos de un 3% de votos son eliminadas directamente. Además, según la constitución española, la circumscripción electoral para las elecciones generales es la provincia, eso quiere decir que, aunque un partido se pase del 3% en el recuento de votos nacional, si provincia a provincia no llega al 3%, queda eliminado.
Después, se dividen los votos de cada candidatura entre 1, 2, 3,… en función del número de diputados asignados a cada circumscripción.
Por ejemplo si hay cinco diputados asignados en provincia, el número de votos de cada partido se divide por 1, 2, 3, 4 y 5.
Para terminar, se cojen los cinco cocientes más altos y se les asigna un diputado, en caso de empate, el diputado lo obtiene el partido político con más votos, si también hay empate a votos, el primer escaño se obtiene por sorteo y los demás de forma alternativa.
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