viernes, 21 de junio de 2013
La norteamericana ATT a la compra de Telefónica
¿España en venta? Y esta vez, a lo grande
La noticia ha sido despachada en un día, pero su calado abarca 80 años de historia. El gigante norteamericano de las telecomunicaciones ATT ha sondeado al gobierno sobre la posible compra de Telefónica, la mayor empresa española, por 70 mil millones de euros. Una vez más, España vuelve a estar en venta. En esta ocasión a lo grande. Acechada por los mayores tiburones y depredadores financieros del planeta: los grandes fondos norteamericanos.
La noticia la revelaba el pasado lunes el diario El Mundo, informando de cómo el gobierno ha rechazado la intención de ATT de comprar Telefónica por una jugosa oferta de 70.000 millones de euros, haciéndose cargo además de su abultada deuda de 52 mil millones. Para ATT, la compra de Telefónica le abriría las puertas a dos mercados tan estratégicos como Europa e Iberoamérica, donde la compañía española posee importantes activos.
La oposición inicial del gobierno, al parecer, ha hecho desistir (al menos por el momento) a ATT de hacerse con Telefónica. Sin embargo, el sólo hecho de que una operación de esta envergadura haya podido ser siquiera pensada revela a las claras el estado de degradación política y económica al que ha sido conducido nuestro país en los últimos años. Hace menos de una década, una operación de este tipo hubiera sido impensable. No es ya que Telefónica no fuera comprable, es que era ella quien compraba hasta hacerse con una posición relevante en mercados tan importantes como Reino Unido, Alemania, Italia o Brasil, por citar sólo unos cuantos.
"Detrás de la operación está la oligarquía financiera mas depredadora del planeta"
En sus orígenes, Telefónica fue –junto a CAMPSA, la actual Repsol– uno de los buques insignias del proyecto de la dictadura de Primo de Rivera por crear un capitalismo monopolista estatal autóctono, libre de los lazos y ataduras históricas que el capitalismo español había mantenido históricamente con Inglaterra y Francia. Apoyándose en capital y tecnología norteamericana –paradójicamente de la misma ATT– Telefónica se convirtió rápidamente en uno de los monopolios punteros en el desarrollo económico del país. Su privatización, primero parcial con Felipe González, después total con Aznar, creó las condiciones para su expansión internacional. Hasta el punto de convertirse en el primer operador de telefonía en Iberoamérica y ocupar un posición relevante en algunos de los mercados europeos más importantes.
Que ATT haya ideado un proyecto para hacerse con el control de la mayor empresa nacional en términos de volumen de negocio, empleo, inversión y generación de valor añadido no es un asunto baladí. Indica hasta qué punto están dispuestos a llegar Washington y Berlín en su proyecto de intervención y saqueo del país.
Ni Telefónica es una empresa cualquiera para España, ni ATT es cualquier empresa en EEUU. Detrás de ella están los mismos grandes fondos –los llamados “cuatro fantásticos”, State Street, Capital Reseach, Vanguard Group y Black Rock– que son a su vez los mayores accionistas de la gran banca estadounidense: JP Morgan, Citigroup, Bank of America-Merril Lynch, Morgan Stanley o Wells Fargo. En otras palabras, el auténtico corazón de la oligarquía financiera yanqui.
Es importante retener este dato. Porque expresa mejor que mil palabras el papel y los objetivos de EEUU –tanto directamente como a través del FMI– en imponer unas políticas que no sólo constituyen un saqueo sobre el 90% de la población, sino que contribuyen a la erosión de la economía española y la degradación política del país de tal modo, que hace que sea pensable lo que hace unos años era impensable. Y en segundo lugar, porque conociendo quién esta detrás de la operación –los principales tiburones y magnates financieros más depredadora del planeta– sería de una ingenuidad terrible creer que van a desistir de dar caza y devorar una presa tan jugosa una vez que han olido su sangre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario