jueves, 27 de diciembre de 2012

2013: El año de "¡Las pensiones a referéndum!"

 
¡La batalla de las pensiones la vamos a ganar!





Vamos a pisar a fondo el acelerador de la campaña por la exigencia de un referéndum donde los españoles podamos decidir incluir en la Constitución un artículo que prohíba expresamente tocar las pensiones, ni rebajarlas ni privatizarlas.

 
En ningún otro terreno como el de las pensiones se da una unanimidad tan grande entre la inmensa mayoría. En ninguna otra cuestión se encuentran tan aislados para hacer una reforma profunda como en ésta.
 
Si alguna virtud está teniendo este final de año es la de despejar muchas de las cortinas de humo acerca del rumbo y los objetivos hacia los que se dirigen los planes de nuestros enemigos. Si 2012, el primer año de gobierno de Rajoy, ha sido el año de la implacable aplicación de los recortes y ajustes exigidos por el FMI y Berlín y de la intervención exterior sobre el sistema financiero español; en este 2013 que ahora empieza todo apunta de forma insistente a una más que previsible aceleración de la reforma del sistema de pensiones.
Hace apenas 15 días, en estas mismas páginas lanzábamos la voz de alerta sobre una editorial del diario El País que vinculaba el rescate de la economía española por la Troika a la reforma de las pensiones. Dos semanas después –y vistos los posteriores anuncios y pronunciamientos–, la lectura que se impone sobre su auténtico sentido es que en realidad constituye una amenaza en toda regla al gobierno de Rajoy.

"Empiezan a crear el clima de opinión para justificar el nuevo hachazo que están preparando contra las pensiones"

O pone en marcha inmediatamente una profunda reforma del sistema de pensiones o, en caso contrario, se enfrentará en los próximos meses a una nueva oleada de ataques contra la deuda, con una subida de la prima de riesgo a niveles inasumibles que fuercen a Rajoy a solicitar la intervención de la Troika, con el consiguiente coste político y electoral que ello implicaría para su gobierno.
En esta primera etapa, lo que se le exige es que la reforma incluya al menos el retraso a los 66 años este año y a los 67 en 2014 y la ruptura del vinculo entre revalorización de las pensiones y subida del IPC. Cuestiones ambas que el consejo de ministros ya está debatiendo y piensa presentar a finales de enero, según una noticia publicada la pasada semana por la agencia Reuters, la misma que adelantó con precisión la fecha exacta en que Rajoy solicitaría la intervención del sistema financiero, cuando él aún lo negaba.
Las pensiones han pasado a convertirse en el nuevo botín sobre el que pretenden abalanzarse.
Nuestro partido viene insistiendo en los últimos meses, desde que en abril de este año relanzamos la campaña de las pensiones a referéndum, cómo el sistema de pensiones públicas estaba ya en su punto de mira, cómo venían a por ellas y cómo debíamos adelantarnos para situar esta batalla en el terreno más favorable hacia nosotros y más desfavorable a ellos.
Pues bien, ese momento ha llegado. Ya está aquí. La no revalorización de las pensiones ha dado el pistoletazo de salida a un persistente sirimiri en forma de noticias y artículos de opinión aparecidos en los grandes medios de comunicación cuyo fin evidente es empezar a crear el clima de opinión preciso para justificar el nuevo hachazo que están preparando contra las pensiones.
Y sin embargo no lo tienen nada fácil. En este terreno, el de las pensiones, la inmensa mayoría de la opinión pública se mantiene invariable. Estos últimos días, una nueva encuesta ha venido a confirmarlo.
En ella, el 50% de los encuestados cree que la idea de que el sistema de pensiones públicas se dirige a la quiebra si no se hacen profundos cambios en él es una visión parcial y exagerada. El 70% es contrario a que se amplíe el número de años para acceder al 100% de la pensión. El 71% no quiere que se adelante la elevación de la edad obligatoria de jubilación a los 67 años. Y cerca del 80% rechaza de plano que las pensiones no se actualicen según el IPC.
Justamente las tres cuestiones que desde el FMI y Berlín se exigen perentoriamente al gobierno.
En ningún otro terreno como el de las pensiones se da una unanimidad tan grande entre la inmensa mayoría. En ninguna otra cuestión se encuentran tan aislados para hacer una reforma profunda como en ésta.
Esto es lo que tenemos que aprovechar. Y hacerlo desde ya mismo. Pisando a fondo el acelerador de la campaña por la exigencia de un referéndum donde los españoles podamos decidir incluir en la Constitución un artículo que prohíba expresamente tocar las pensiones, ni rebajarlas ni privatizarlas. Y empezando a agrupar las fuerzas necesarias para ganar esta batalla.
La primera etapa en esta agrupación de fuerzas pasa por crear en las 400 poblaciones españolas de más de 20.000 habitantes –que agrupan al 70% de la población del país– un grupo de colaboradores activos de la campaña. Una amplia red de gente que tome en sus manos la tarea, sencilla pero de un gran valor, de recoger firmas por la exigencia del referéndum.
Y de esta forma, frente a los climas de opinión con los que a partir de ahora van a bombardearnos de forma cada vez mas agresiva, difunda y extienda entre la gente una alternativa de lucha para frenar sus planes.
Esta es la importancia de que todos nos sumemos a la campaña. De que todos nos planteemos aportar nuestro grano de arena para llevarla a todos los rincones. Para hacer que mucha gente, toda la gente de nuestro entorno más cercano, la conozca y pueda sumarse a ella de una forma tan sencilla como estampando su firma, recogiendo a su vez más firmas entre su gente.
Esta es la tarea del momento. Y a que colabores con nosotros para llevarla adelante te llamamos.

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