Primero nos han hipotecado de por vida. Y ahora que el paro se abate sobre 260.000 gallegos, muchos de los cuales han agotado ya su prestación de desempleo, la banca se queda con nuestras casas, y nosotros nos quedamos con una deuda casi eterna
Sólo en Santiago de Compostela, el afán especulador de inmobiliarias, bancos y constructoras ha dejado un desierto de 7.000 casas vacías, según acaba de reconocer el propio ayuntamiento.
Y sin embargo, se da la terrible y cruel paradoja de que en los 6 primeros meses de este año, 3.000 familias gallegas han sido desahuciadas, despojadas de tener un techo para vivir por no poder hacer frente al pago de sus hipotecas. 3.000 familias en 6 meses. Son 500 cada mes. Cada día hábil, 25 familias se encuentran de la noche a la mañana sin vivienda.
Primero nos han hipotecado de por vida, llevándose en muchos casos la mitad (o más) del sueldo de un trabajador, para poder acceder a una vivienda con unos precios que ellos mismos han hinchado de forma artificial y escandalosa. Y ahora que el paro se abate sobre 260.000 gallegos, muchos de los cuales han agotado ya su prestación de desempleo, la banca se queda con nuestras casas, y nosotros nos quedamos con una deuda casi eterna.
Ante esta situación, el 15-M puso en marcha una campaña de recogida de firmas en apoyo de que el parlamento aprobara una ley llamada “de Dación en pago”. Es decir, que permita a las familias amenazadas de desahucio saldar la deuda que tienen con el banco a cambio de entregarle las llaves de su casa.
Nuestras candidaturas apoyamos la campaña sin dudarlo ni un momento. Pero ya entonces dijimos que se quedaba a mitad de camino, que había que ir más lejos todavía. ¿Por qué una familia ha de dar las llaves de su casa al banco por atravesar un momento de dificultades, cuando ya lleva pagados miles y miles de euros sólo en intereses, que es lo primero que se cobran en las hipotecas?
El tiempo nos ha dado la razón. El parlamento, en efecto, aprobó recientemente una ley de dación en pago. Pero hecha de tal forma, con tal número de cláusulas restrictivas y dejadas al arbitrio del banco, que el resultado ha sido que los desahucios en vez de detenerse, se han incrementado todavía más.
Lo que nuestra candidatura, De Verdad contra la crisis-Unificación Comunista de España, propone es que el parlamento gallego apruebe una ley que imponga obligatoriamente a los bancos una moratoria en el pago de las hipotecas, tanto del principal como de los intereses, de todas aquellas familias que no dispongan de ingresos de al menos la cuantía mensual de la hipoteca más 1.000 euros para poder vivir dignamente.
¿Acaso el Estado con dinero público, es decir, dinero de todos, no ha dado cientos de miles de millones a los bancos, alargando los plazos de devolución –si es que alguna vez los devuelven– hasta que estén saneados y vuelvan a obtener beneficios?
Pues exactamente lo mismo, pero al revés, proponemos que se haga con las familias amenazadas de desahucio.
Si bancos y constructoras se han hinchado a beneficios especulando con la burbuja inmobiliaria, ahora que arreen ellos, y no nosotros, con las consecuencias.
Primero nos han hipotecado de por vida, llevándose en muchos casos la mitad (o más) del sueldo de un trabajador, para poder acceder a una vivienda con unos precios que ellos mismos han hinchado de forma artificial y escandalosa. Y ahora que el paro se abate sobre 260.000 gallegos, muchos de los cuales han agotado ya su prestación de desempleo, la banca se queda con nuestras casas, y nosotros nos quedamos con una deuda casi eterna.
Ante esta situación, el 15-M puso en marcha una campaña de recogida de firmas en apoyo de que el parlamento aprobara una ley llamada “de Dación en pago”. Es decir, que permita a las familias amenazadas de desahucio saldar la deuda que tienen con el banco a cambio de entregarle las llaves de su casa.
Nuestras candidaturas apoyamos la campaña sin dudarlo ni un momento. Pero ya entonces dijimos que se quedaba a mitad de camino, que había que ir más lejos todavía. ¿Por qué una familia ha de dar las llaves de su casa al banco por atravesar un momento de dificultades, cuando ya lleva pagados miles y miles de euros sólo en intereses, que es lo primero que se cobran en las hipotecas?
El tiempo nos ha dado la razón. El parlamento, en efecto, aprobó recientemente una ley de dación en pago. Pero hecha de tal forma, con tal número de cláusulas restrictivas y dejadas al arbitrio del banco, que el resultado ha sido que los desahucios en vez de detenerse, se han incrementado todavía más.
Lo que nuestra candidatura, De Verdad contra la crisis-Unificación Comunista de España, propone es que el parlamento gallego apruebe una ley que imponga obligatoriamente a los bancos una moratoria en el pago de las hipotecas, tanto del principal como de los intereses, de todas aquellas familias que no dispongan de ingresos de al menos la cuantía mensual de la hipoteca más 1.000 euros para poder vivir dignamente.
¿Acaso el Estado con dinero público, es decir, dinero de todos, no ha dado cientos de miles de millones a los bancos, alargando los plazos de devolución –si es que alguna vez los devuelven– hasta que estén saneados y vuelvan a obtener beneficios?
Pues exactamente lo mismo, pero al revés, proponemos que se haga con las familias amenazadas de desahucio.
Si bancos y constructoras se han hinchado a beneficios especulando con la burbuja inmobiliaria, ahora que arreen ellos, y no nosotros, con las consecuencias.
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