martes, 5 de junio de 2012

¡No a la intervención, no a ningún tipo de rescate!

Mariano Rajoy dijo el viernes que España no está al borde del precipicio. Es dudoso que lleve razón, pero es seguro que nuestro país se enfrenta a una situación de máximo riesgo, de emergencia total.

Washington y Berlín están presionando al límite para condenarnos al pelotón de los países intervenidos, es decir, sin soberanía para tomar otras decisiones que las dictadas por la troika
No vamos a aceptar un rescate sobre España. No vamos a permitir que nos conviertan en una especie de protectorado económico y político del FMI y Bruselas.

Hemos visto lo que está suponiendo para Grecia, con pensiones de 200 euros, sueldos de 400, decenas de miles de hombres, mujeres, ancianos y niños desahuciados comiendo de la caridad, los suicidios multiplicándose, los hospitales sin medicamentos, un país arrasado y una economía devastada cayendo al 6 y el 7% anual. Eso es lo que significan sus rescates.
Mariano Rajoy dijo el viernes que España no está al borde del precipicio. Es dudoso que lleve razón, pero es seguro que nuestro país se enfrenta a una situación de máximo riesgo, de emergencia total.

"Washington y Berlín presionan para condenarnos al pelotón de países intervenidos"
Situado en una encrucijada infernal en la que Washington y Berlín están presionando al límite para condenarnos al pelotón de los países intervenidos, es decir, sin soberanía para tomar otras decisiones que las dictadas por la troika (FMI, BCE, Comisión Europea). Y no está claro que ni gobierno ni oposición sepan cómo salir de ella.

7 días de mayo

El auténtico terremoto que ha vivido España en la última semana tiene su epicentro en la decisión del hegemonismo de meter su mano en el sistema financiero español. Y para derribar esa fortaleza está procediendo a un bombardeo masivo. A eso están entregados y esa es la razón de que España se haya convertido en portada de la prensa internacional cada uno de los 7 días de la semana pasada. Están utilizado todas sus armas para doblegar cualquier resistencia y, una vez desarbolada, tener acceso libre a una parte sustancia de la banca española.

En poco más de una semana han provocado el estallido descontrolado de Bankia, han disparado la prima de riesgo para secar la posibilidad de que el Estado recapitalice por sus propios medios a la banca, han forzado una retirada masiva de capitales de los bancos españoles (hasta 100.000 millones de euros en el último mes), han utilizado al BCE para impedir que la deuda pública pueda ser usada como garantía, han dado lo que no puede considerarse más que como un golpe de Estado para disolver al Banco de España y entregar sus facultades a auditores extranjeros…
"La izquierda parlamentaria se está equivocando gravemente en este asunto"
Y una vez creada esta situación de pánico bancario, de caos financiero, de catástrofe económica, desde el FMI hasta Hollande, pasando por Obama o Merkel nos ofrecen el rescate como la solución a los problemas de liquidez y endeudamiento del país. Pero ocultando el grado de saqueo y sumisión que eso implicaría. Los ajustes y recortes de Zapatero o de Rajoy apenas pasarían de ser una broma de mal gusto comparados con los que nos impondrían.

La “voladura controlada” de Bankia diseñada por el FMI y el BCE y ejecutada por de Guindos ha creado las condiciones para cerrar todas las vías de escape y crear artificialmente una situación de confusión y bloqueo que doblegue cualquier línea de resistencia.

En el seno del PP han aparecido las primeras posiciones que abogan abierta y públicamente por la intervención exterior como “un mal menor”. Tras quedar constatada la infame actuación de Guindos, no basta con su arrinconamiento en el seno del gobierno, debe ser cesado fulminantemente. Y Rajoy tendrá que vigilar más estrechamente su retaguardia.

La izquierda parlamentaria se está equivocando gravemente en este asunto. Lo que hay en juego ahora mismo no es ni el conocimiento de lo ocurrido en Bankia ni la depuración de responsabilidades. Lo que no quiere decir que no haya que llegar al fondo del asunto y hacer que los responsables paguen por sus presuntos delitos y devuelvan hasta el último euro a los clientes engañados. Pero ahora mismo lo urgente, lo decisivo es hacer frente a la amenaza del rescate y la intervención. Porque si llega a consumarse, sea en el grado que sea, no habrá nunca ni verdad, ni depuración ni devolución. Sino sólo más saqueo y sometimiento, menos soberanía y democracia.

No podemos permitirlo. Ni enredarnos discutiendo si son galgos o podencos mientras Washington y Berlín descargan toda su potencia de fuego para romper las resistencias que dificultan su asalto a la soberanía nacional y popular.

Porque no es verdad que no haya otra alternativa que aceptar su rescate. Y las fuerzas populares estamos obligadas a reaccionar ante esta amenaza inminente.

Los limites del gobierno

El gobierno de Rajoy ha dado un primer paso al frente, y apremiado por un sector de la oligarquía financiera que ve peligrar su control exclusivo del sistema bancario nacional, ha establecido una primera línea de resistencia. Sin embargo, dada su naturaleza vacilante y dependiente, difícilmente será capaz de resistir hasta el final el feroz asalto del gran capital extranjero.
"Ahora más que nunca es vital que las clases populares entremos en la escena política"

De hecho ya se vislumbran también fisuras en el seno de la clase dominante española, en la que sectores vinculados a Botín empiezan a cuestionar el coste que, para sus mezquinos intereses, implica la defensa de la soberanía nacional o de una parte del sector bancario que no es el suyo.

Y mientras tanto, quieren convertir al pueblo –que vamos a pagar con una dureza desconocida las consecuencias del rescate– en un convidado de piedra. Como si la riqueza de la que el hegemonismo quiere ahora apoderarse fuera de los banqueros y unos cuantos oligarcas y no fruto del trabajo y el esfuerzo del 90% de la población.

Ahora más que nunca es vital que las clases populares entremos en la escena política con nuestra propia voz. Y para ello es imperativo avanzar y dar pasos en levantar un frente amplio de unidad.

Un frente amplio capaz de unir al 90% de la población para romper las presiones y chantajes en que quieren encerrarnos Washington y Berlín: “o nosotros, nuestro dinero y nuestras exigencias, o el caos y la ruina”. Como si España fuera un país miserable que necesita mendigar sus ayudas para malvivir o como si no hubiera en el mundo otros recursos financieros que los suyos.
Esa es nuestra respuesta al rescate y la intervención. Esa es la alternativa que se corresponde a los intereses del 90% de la población. Ellos están empeñados en una ofensiva brutal que les permita multiplicar su política de saqueo y empobrecimiento. Es hora de que nosotros empezamos ya a levantar, sin más dilación ni excusas, la fuerza política organizada que necesitamos para hacer frente a sus planes

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