Viniendo desde los 4 puntos cardinales, llegando desde todos los rincones de la geografía española una inmensa marea de lucha y unidad ha inundado las calles de Madrid el 15-S, en una demostración de la inmensa energía revolucionaria que tenemos la gente cuando nos unimos.
El 15-S ha sido un rotundo éxito político y social. Un triple éxito de consolidación y ampliación de la unidad fraguada en torno a las movilizaciones del 19-J, de radicalización del rechazo y la extensión de la movilización popular y de avance de la conciencia antihegemonista entre sectores cada vez más numerosos del frente amplio.
La magnitud de este triple éxito es directamente proporcional al cerco de silencio y la ofensiva para hacerlo desaparecer rápidamente que los principales medios de comunicación le han dado.
Una táctica que ya conocemos de ocasiones anteriores, como la huelga general del 29-S del 2010 en la que hubo que dar la batalla de la propaganda para impedir que convirtieran un gran éxito popular en una sensación de fracaso y desánimo entre las masas.
Éxito, en primer lugar, por la consolidación y ampliación de la unidad del 90% que se manifestó en la amplitud de la convocatoria: una Cumbre Social que en su último plenario ha conseguido reunir ya a 150 organizaciones sindicales, sociales y ciudadanas, que de conjunto agrupan a más de 900 asociaciones y entidades.
Una táctica que ya conocemos de ocasiones anteriores, como la huelga general del 29-S del 2010 en la que hubo que dar la batalla de la propaganda para impedir que convirtieran un gran éxito popular en una sensación de fracaso y desánimo entre las masas.
Éxito, en primer lugar, por la consolidación y ampliación de la unidad del 90% que se manifestó en la amplitud de la convocatoria: una Cumbre Social que en su último plenario ha conseguido reunir ya a 150 organizaciones sindicales, sociales y ciudadanas, que de conjunto agrupan a más de 900 asociaciones y entidades.
"Tres veces UNIDAD, porque esta es nuestra fuerza"
Y que tras el 15-S se consolida como una plataforma unitaria de referencia en la movilización social por su capacidad de unir desde colectivos de gays y lesbianas hasta asociaciones de militares y guardias civiles.
La línea de unir al 90% de la población contra la política de recortes y saqueo que nuestro partido viene defendiendo desde hace años, se abre paso inexorablemente a medida que Washington y Berlín intensifican sus ataques, se disponen a lanzarse a una segunda fase de la intervención y preparan nuevos recortes que apuntan ya directamente a las pensiones como uno de sus objetivos más cualitativos.
Como dijo la camarada Maria José Salvador, miembro del Comité Ejecutivo de UCE, en el acto que nuestro partido organizó en Madrid la misma tarde del 15-S: “nuestra pancarta dice UNIDAD, UNIDAD, UNIDAD. Porque defendemos un Frente Amplio de Unidad capaz de representar a ese 90% que sufrimos los ataques del FMI y Berlín. Porque lo venimos defendiendo desde que estalló la crisis. Y porque unir a todas las fuerzas, allá donde lleguemos, ha de ser el objetivo de nuestro trabajo. Tres veces UNIDAD, porque esta es nuestra fuerza. Porque ese es su punto más débil y ahí es donde tenemos que insistir”.
Éxito de movilización
En segundo lugar, éxito por la radicalización del rechazo y la extensión de la movilización popular A diferencia de lo que siempre ocurre con las movilizaciones de envergadura similar, del 15-S no ha aparecido publicada ni una sola fotografía aérea que permita hacerse una idea de su magnitud.
La jefatura de la policía municipal de Madrid dio la absurda cifra de 50.000 manifestantes, pero los policías municipales que hablaron con algunos de los conductores de nuestros autobuses les confesaron que la llegada de autobuses de toda España había desbordado completamente sus cálculos y que estimaban entre un millón y millón y medio la gente que había en la calle.
"La línea de unir al 90% de la población se abre paso inexorablemente"
La inmensa multitud reunida en la plaza de Colón y que colapsó avenidas y calles adyacentes fue de tipo similar a la de otras concentraciones en las que los medios de comunicación han hablado de asistencias entre 1,5 y 2 millones de personas.
La misma vicedirectora de El Mundo, Victoria Prego, presente en la manifestación, desmentía la propia línea editorial de su periódico al afirmar en su artículo el día después, “eran, o parecían, muchísimos y, si esa cantidad de gente que se reunió ayer en el Paseo de la Castellana de Madrid suma tan sólo 60.000 personas, hay que ver cuánto cunden. Habrá que revisar de ahora en adelante las cifras oficiales de las futuras concentraciones”.
El hecho, además, de que la asistencia de manifestantes llegados de toda España desbordara el cálculo inicial de los sindicatos, expresa la creciente radicalización de la lucha: decenas de miles de personas dispuestas a recorrer centenares o miles de kilómetros en un sólo día para expresar su rechazo.
Éxito en la conciencia antihegemonista
En tercer lugar, pero no por ello menos importante, éxito por el avance de la conciencia antihegemonista, de comprender cómo nos enfrentamos a un ataque que viene del exterior, algo que nuestro partido viene señalando insistentemente desde hace cuatro años.
Y que aunque todavía se expresa de forma limitada y parcial (en la que, por ejemplo el FMI y Washington no aparecen como actores de primer plano que están decidiendo e imponiendo los recortes y ajustes), supone un claro avance manifestado en la multitud de carteles y pancartas en las que Merkel (principalmente) y la Troika aparecen como el blanco principal.
Conciencia antihegemonista que se refleja incluso en el mismo discurso de Méndez que exigió “¡Basta ya de sumisión servil a lo que dice la UE!”. Y cuya máxima expresión es la importante presencia del bloque de nuestro partido en la manifestación y el grado de apoyo y simpatía, de adhesión y seguimiento que tuvieron nuestros carteles y consignas contra Washington y Berlín, contra Obama y Merkel y contra la sumisión servil del gobierno de Rajoy hacia sus dictados.
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