Los recortes no pretenden “cuadrar las cuentas de España”, sino aumentar las ganancias de grandes bancos y monopolios a costa de todos nosotros.
Han bastado unos pocos días para que sepamos la verdad. La euforia tras la cumbre europea, donde la propaganda nos ha presentado una irreal victoria de Rajoy sobre Merkel, ha dejado paso a la realidad. En una reunión interna del PP, Rajoy ha anunciado que van a “pisar el acelerador” de los recortes. Siguiendo a pies juntillas las “recomendaciones” del FMI y Bruselas. Subirán el IVA, reducirán otra vez el sueldo a los funcionarios, recortarán las pensiones o las prestaciones por desempleo, impondrán un nuevo tijeretazo en sanidad o educación…
“No vamos a parar”. Así de contundente se mostró Rajoy en su intervención en Sevilla ante la Junta Directiva Nacional del PP. El presidente del gobierno llamó a “redoblar el discurso reformista”, eufemismo utilizado para eludir hablar de “drástico programa de recortes”.
Por si quedaba alguna duda, se encargó de confirmar que “ahora toca pisar el acelerador. Vamos a hacer mucho más”.
Por si quedaba alguna duda, se encargó de confirmar que “ahora toca pisar el acelerador. Vamos a hacer mucho más”.
"Necesitamos liberarnos de la intervención. Que nuestra política económica se decida en Madrid y no en Washington o Berlín
El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha confirmado las amenazas de Rajoy, avanzando que “el compromiso del Gobierno con la reducción del déficit es absoluto”, y que eso exigirá “esfuerzos adicionales” para que su cumplimiento esté “absolutamente garantizado”.
¿Y por qué justamente ahora nos anuncian más recortes? ¿No iba a mejorar la situación tras los acuerdos aprobados en la cumbre europea?
El portavoz de IU, José Luis Centella, ha respondido señalando que “Rajoy podrá pisar el acelerador, pero es evidente que no lleva el volante”, en referencia a que los recortes vienen dictados por Bruselas.
Desde una posición diametralmente opuesta, el consejero de Economía catalán, Andreu Mas-Colell, ha sido incluso más explícito. Ha pedido reiteradamente a Rajoy que “cumpla las exigencias del FMI”, reduciendo el sueldo a los funcionarios. O que instaure el “modelo alemán”, imponiendo una tasa de cinco euros diarios en los hospitales.
Tras exigir nuevos recortes, Mas-Colell ha añadido que “el gobierno central no necesita de mis ideas. Ya se las dará Alemania”. Confirmando que “los resultados de la cumbre europea (…) comportarán como contrapartida que Alemania mire mucho más de cerca a España”.
No hay ninguna necesidad de imponer más recortes. Es más, su único resultado va a ser agudizar la recesión en España.
El incremento del IVA o la nueva rebaja salarial van a retraer todavía más el consumo, en mínimos históricos, cegando con ello cualquier posibilidad de recuperación.
Los nuevos recortes en sanidad –copago y “medicamentazo”- van a afectar especialmente a los pensionistas y las rentas más bajas, arrebatándonos salud y años de vida mientras las grandes farmacéuticas siguen forrándose a costa de los presupuestos públicos.
La única razón de esta nueva oleada de recortes son las imposiciones de EEUU y Alemania, empeñados en incrementar su saqueo sobre España.
Por debajo de la fanfarria propagandística, la cumbre europea ha supuesto –a cambio de retrasar el fantasma de intervención total- un incremento en el grado de control e intervención de Berlín y el FMI sobre España.
Ellos son los que imponen nuevos recortes, ejecutados fielmente por el gobierno de Rajoy.
Los intereses nacionales, y los del 90% de la población, son otros diametralmente opuestos.
Necesitamos liberarnos de la intervención. Que nuestra política económica se decida en Madrid y no en Washington o Berlín.
Necesitamos redistribuir la riqueza. Utilizar en beneficio de la mayoría los ingentes recursos que controlan un pequeño puñado de bancos y monopolios.
Necesitamos acabar con el saqueo de las arcas públicas del gran capital financiero extranjero y nacional, a través de unos abusivos e ilegítimos intereses de la deuda.
No es verdad que debamos aceptar los recortes porque “no hay otro camino” o porque “no tenemos dinero y es imprescindible hacer ajustes”.
Los recortes no pretenden “cuadrar las cuentas de España”, sino aumentar las ganancias de grandes bancos y monopolios a costa de todos nosotros.
La realidad es exactamente la contraria, cuanto más recortamos peor va la economía, cuanto más pagamos más debemos.
Hay que cortar este círculo vicioso, que es un gigantesco negocio para unos pocos y una gran ruina para el país y para la población.
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