martes, 6 de noviembre de 2012

Crisis y Soberanía


El requisito previo

 
 
“Han sometido a nuestro país a la intervención, control y saqueo de las potencias extranjeras”
 
 



 
 
En un debate vía email mantenido con Noam Chomsky, en los días previos a la publicación de la presente edición, el intelectual norteamericano decía: “la soberanía ha sido históricamente un requisito previo para el crecimiento, una observación familiar para los historiadores de economía”. Pese a la contundencia de la afirmación, todavía es necesario poner encima de la mesa que ésta es una cuestión clave para España. Sin independencia nacional no es posible otro camino.
Hace algo más de un cuarto de siglo España sufrió la imposición de toda una serie de condiciones para ingresar en el Mercado Común. Aquel fue el inicio de un saqueo histórico, un festín para bancos y multinacionales franceses, alemanes y norteamericanos, que se ha ido incrementando hasta los parámetros de voracidad actuales.

El timo de la estampita

Primero nuestro tejido industrial fue desmantelado, entregando un mercado de más de 40 millones de consumidores con un alto poder adquisitivo. Los sectores más importantes y productivos de nuestra industria fueron “reconvertidos” (siderurgia, astilleros, la minería... Pegaso, Motor Ibérica, Santana… SEAT), es decir regalados al capital extranjero.

Después se nos impusieron cuotas de producción que nos han dejado por debajo de las necesidades de consumo del país, obligándonos a arrancar cultivos, a deshacernos de la flota pesquera, ha sacrificar decenas de miles de cabezas de ganado... para que poco después las multinacionales francesas nos vendieran leche, o las empresas italianas se quedaran con nuestro aceite.

El papel de estocada “europea” lo jugaron los fondos de cohesión, una especie de timo de la estampita a gran escala. Según los estudios de la propia Comisión Europea, por cada euro invertido en fondos estructurales y de cohesión en España, Alemania ha obtenido 4 euros en sus intercambios comerciales con España.

Sometidos, dependientes, y “engordados”. Pero no nosotros, claro, sino ellos, una oligarquía financiera española incapaz de ningún proyecto autónomo, que ha sometido a nuestro país a la permanente intervención, control y saqueo de las potencias extranjeras.

Esperando a Godoy

Decía en una entrevista para esta casa Carlos Sánchez Almeida, refiriéndose a la intervención norteamericana en la industria de propiedad intelectual en España, “para que exista una traición hace falta una potencia extranjera, pero también hace falta un traidor”... un Godoy.

Y ese es el papel que antes Zapatero, y ahora Rajoy, juegan hasta límites insospechados. La felonía de Godoy entregando el país al ejército francés queda en un pequeño juego de niños ante el actual curso de los acontecimientos.

Aunque se nos pretenda presentar el problema en términos difusos y etéreos (los mercados, el neoliberalismo, los poderes económicos...), el origen de las directrices, de los mandatos se nos muestra alto y claro. No debemos dejarnos engañar como los protagonistas de la obra de Beckett. Godoy gobierna en la Moncloa, Napoleón en Washington, Pepe Botella en Berlín. Y se pasean por España “como Pedro por su casa”.

Una llamada de Obama a Zapatero bastó para dar un giro de 180º y aprobar la mayor partida de recortes hasta entonces. Fue el pistoletazo de salida a una carrera de mayor sometimiento de nuestra soberanía. El desmedido maratón de sumisión de Zapatero culminó con la vulneración de las condiciones del referéndum de la OTAN por exigencias del Pentágono. La base de Rota pasó a formar parte del “nuevo sistema de defensa” norteamericano.

Zapatero es el Godoy que ha hecho posible, no solo el aumento del saqueo y los tributos que hemos de pagar para sostener el aparato militar norteamericano, a través de los planes de ajuste, sino que además tengamos que cargar con más tropas y armamento dentro de nuestras fronteras.

Vendepatrias

Cuando se reformó la Constitución, Merkel y Sarkozy conminaron a los países de la Unión Europea a incorporar en sus constituciones nacionales un compromiso explícito de disciplina fiscal, igual que en la carta magna alemana. Lo que, como estamos comprobando, está exigiendo una brutal andanada de recortes.

El ministro de Economía germano amenazó con la retirada de las ayudas a los países que se negasen y, en una disparatada demostración de sumisión, el presidente del Banco Central Europeo exigía a Zapatero la reforma inmediata. Zapatero, Rubalcaba y Rajoy firmaron en menos de dos semanas las mismas condiciones que reiteradamente, tanto Francia como Alemania, se han venido saltando. "Soberanía ante las políticas de saqueo del FMI y a las exigencias de las multinacionales"

"Soberanía ante las políticas de saqueo del FMI y a las exigencias de las multinacionales"

Cuando se aprobó la Reforma Laboral se supo que el embajador norteamericano había amenazado al Gobierno con retirar las inversiones norteamericanas del país si la nueva legislación laboral no salía adelante. De igual manera, Rajoy recibió la visita del mismísimo presidente ejecutivo mundial de la corporación Ford para tratar la conveniencia de la Reforma Laboral para los negocios de la multinacional.

Recientemente hemos asistido a la aprobación, por vía de urgencia de un nuevo recorte de 10.000 millones de euros en Sanidad y Educación. Un nuevo saqueo que pone de manifiesto el carácter “vendepatrias” del gobierno de Rajoy y su sumisión incondicional a los mandatos del FMI y Bruselas, de Washington y Berlín. Ni 24 horas tardó el gobierno en responder a las exigencias y presiones de los dirigentes europeos y del FMI.

Hay otro camino

Nos dicen que es el único camino posible, el del sometimiento a las imposiciones de EEUU y Alemania. Sin embargo países como China, la India, Brasil, Sudáfrica… han podido colocarse a la cabeza de la economía mundial por la voluntad política de sus estados y gobiernos, tomando decisiones enfrentadas a las políticas de saqueo del FMI y a las exigencias de las multinacionales y los grandes capitales financieros. Pero no solo ellos, también países como Islandia, han dado contundentes ejemplos de soberanía.

Cuando Lula llegó al gobierno, la primera medida que tomó fue cortar las amarras que lo encadenaban al FMI y a los chantajes de Washington liquidando su deuda. Para ello, negoció un crédito, y cuando hubo devuelto de golpe toda la deuda al FMI, le indicó diplomáticamente que no quería volver a ver a ninguna delegación suya en la sede de la presidencia brasileña. El ahorro de intereses se invirtió en crear empleo, aumentar las ayudas sociales y elevar los salarios. Nueve años después, Brasil está creciendo a un ritmo medio del 7,5% anual.

En Ecuador, cuando Rafael Correa llegó a la presidencia, amenazó con denunciar gran parte de la deuda externa como “deuda odiosa”, es decir, deuda injusta por haberse realizado en términos de indefensión para el deudor, figura que reconoce el derecho internacional y que puede saldarse con el impago de dicha deuda por la vía legal. Dio a elegir a los acreedores, entre no cobrar nada, o la recompra de toda la deuda a un 30% del valor oficial y, ante el incierto y probablemente largo camino de la batalla legal, aceptaron el trato. Cinco años después, Ecuador ha crecido el primer trimestre de 2011 al 8,2%.

Recientemente el gobierno argentino ha declarado el 51% de las acciones de YPF, propiedad hasta ahora de Repsol, bienes de “interés nacional”, lo que ha permitido su expropiación y compra a precio de mercado. Después de que Repsol provocara un grave problema de abastecimiento, obligando a importar petróleo por valor de 12 mil millones de dólares, Argentina, un país más que autosuficiente en recursos, ha dado un nuevo paso en la recuperación de la soberanía nacional.

Estos son ejemplos que hablan por sí mismos. Tan solo queda la pregunta.. ¿y por qué en España no?... y queda dada la respuesta... soberanía nacional.

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