lunes, 6 de agosto de 2012

El rescate se hace inevitable...



Rajoy sugiere que un rescate para
España es una posibilidad





El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, sugirió el viernes por primera vez que podría considerar pedir ayuda del fondo de rescate de la eurozona para hacer frente a la grave crisis financiera.
España está en el foco de las miradas después de que el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, dijera el jueves que su institución está preparada para reanudar la compra de bonos para calmar los mercados de la eurozona, pero sólo después de que un gobierno lo solicite a los fondos de rescate de la eurozona y se comprometa a cumplir estrictas condiciones. Los comentarios parecían ejercer más presión para que España pida ayuda para reducir sus crecientes costos financieros.


Draghi también dijo que el BCE ofrecerá detalles sobre cómo funcionarán sus compras de bonos y anunciará otras medidas contra la crisis en las próximas semanas.

En la rueda de prensa tradicional previa a las vacaciones estivales del gobierno, Rajoy no quiso responder a las preguntas sobre si planea pedir ayuda al fondo de rescate de la eurozona, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, y se limitó a decir que quiere esperar a tener más información sobre los planes del BCE. "A la vista de las circunstancias tomaremos una u otra decisión", afirmó Rajoy. "Pero yo no tengo tomada ninguna decisión", añadió.
Los comentarios reflejan un cambio de tono del gobierno. Debido a la condicionalidad y al estigma político que supone la ayuda del FEEF, las autoridades españolas han descartado desde hace tiempo la posibilidad de solicitar un rescate. En la rueda de prensa del jueves junto con el primer ministro italiano, Mario Monti, Rajoy evitó referirse al asunto.
"Hoy, Rajoy parecía algo más abierto a considerar la petición de ayuda", señaló el economista de BNP Paribas Ricardo Santos, en referencia a la rueda de prensa del viernes.
La crisis financiera de España se ha agudizado especialmente en los últimos meses. El país se vio obligado en junio a pedir un paquete de hasta 100.000 millones de euros en ayuda a la UE y la rentabilidad del bono a diez años ha rondado 7%, un nivel en el que los países pueden perder el acceso a los mercados. Muchos analistas aludieron a la subasta del jueves, en la que el Tesoro español vendió sólo 3.130 millones de euros en bonos a dos, cuatro y diez años, como una nueva muestra de que no está tratando de colocar grandes cantidades de deuda

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